Alumnos y profesores de la Escuela Italiana en el Impenetrable chaqueño

Gran cruzada solidaria platense

Alumnos y profesores de la Escuela Italiana viajan al norte para ayudar y crear vínculos culturales con un establecimiento educativo de la comunidad del Impenetrable chaqueño

En 2012, la Escuela Italiana comenzó a desarrollar una propuesta solidaria de vinculación cultural que luego se ganó el nombre de “Proyecto Chaco”. Consistía en trabajar junto con una comunidad de la zona del Impenetrable, aislada de todo contacto y comunicación (a la zona no llegan señales de telefonía). Los habitantes del lugar, treinta familias dispersas a lo largo de varios kilómetros, viven en condiciones de extrema precariedad, sin sanitarios, luz, agua potable ni construcciones de material. Solo la escuela 930, del paraje “El Brasil”, cuenta con algunas instalaciones de servicios mínimos, como agua de pozo y energía generada con paneles solares. Allí sucede precisamente el encuentro entre la comunidad platense y los niños de aquella región que cursan en la institución de primer a tercer grado. 

“El sábado viajaremos nuevamente, y compartiremos esta experiencia de convivencia con la comunidad, enseñando y aprendiendo junto a los alumnos”, explicó a Hoy el docente Rodrigo Fuente, uno de los profesores que dirige el proyecto y viajará junto a alumnos de cuarto y quinto año de la Italiana.

“No es fácil entender la dimensión de las necesidades que hay en el lugar”, contó Pilar Masi, una de las alumnas que este año volverá a aventurarse en la cruzada.

“No es un viaje únicamente solidario, dado que nosotros aprendemos mucho”, explicó Pilar Mendoza, otra de las alumnas. 

“El año pasado realizamos varios talleres con los chicos, y les contamos historias basadas en leyendas de la misma región que visitamos”, agregó y explicó también algunas de las labores que realizan durante los cuatro días que acampan en el paraje. 

“Tenemos tareas pensadas para realizar allá, aunque también nos adaptamos a las necesidades de lo que surge. Podemos planear ciertas actividades, pero los chicos nos dicen también a qué quieren jugar”, dijo Iván Sánchez, otro de los alumnos. 

“Generalmente viajamos por estas fechas. Si falta alguien, los nenes nos preguntan por qué no fue. Extrañan”, comentó Valentina Colli, otra de las estudiantes de la Italiana. 

Sumando voluntades 

Junto a los profesores y alumnos, también viajarán por primera vez Ezequiel Gurtubay, Federico Thiermann y Elisa Ferrero, estudiantes de Educación Física de la Institución. 

“Planeamos talleres deportivos recreativos, pero sobre todo juegos que distraigan a los chicos” explicaron, y destacaron la importancia de producir intercambios culturales. 

Los organizadores invitan a la comunidad a colaborar con donaciones. Puntualmente, están juntando alimentos no perecederos y leche larga vida. “Leche en polvo no, porque no tienen agua potable. Así que también llevamos agua, porque la de la zona está contaminada”, aclararon. Esperan las donaciones en la escuela de 44 entre 17 y 18.

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