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Hallan en la Antártida argentina un plesiosaurio de unos 67 millones de años
Se trata de una nueva especie de reptil marino, de unos siete metros de largo, hallado en la isla Marambio. El descubrimiento, que incluye parte del cráneo, ayuda a comprender la conexión entre otros géneros hallados en Chile, Nueva Zelanda y la Antártida occidental.
Investigadores del Conicet dieron a conocer un nuevo plesiosaurio, un reptil marino de unos siete metros de largo y de unos 67 millones de años de antigüedad. El hallazgo se publicó en la revista Journal of Systematic Palaeontology.
El nuevo espécimen fue bautizado Marambionectes molinai en honor, por un lado, a la base Marambio y, por otro, a Omar José Molina (1937-2022), integrante del Museo de La Plata, primer técnico en la paleontología argentina en ir a trabajar a la Antártida en la década de 1970. El material fue recolectado en la isla Marambio durante la Campaña Antártica de Verano 2018.
“Empezamos cavando por la línea del cuello, a contrarreloj y con mucha expectativa frente a la idea de llegar al cráneo, una parte que pocas veces se conserva”, sostuvo O’Gorman, investigador en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata (FCNyM, UNLP) y primer autor del trabajo.
Y amplió: “El estado de preservación general es excepcional, incluso del material craneano, aunque no está completo. Y se trata de restos articulados, lo cual tampoco es frecuente. Por si fuera poco, pudimos confirmar no solo que es una especie nueva, sino que tiene características particulares que nos permiten ubicarla como una forma de transición entre dos grupos que habitaron el hemisferio sur, echando luz al proceso evolutivo y la conexión entre otros géneros hallados en Chile, Nueva Zelanda y la Antártida occidental”, añade el experto.
Los restos recolectados incluyen el tronco y parte de la cola, de las extremidades, del cuello y del cráneo, como así también unas piedras estomacales llamadas gastrolitos, posiblemente utilizadas para realizar la digestión mecánica de los alimentos.
M. molinai fue trasladado a Buenos Aires para ser ingresado en la colección de Paleovertebrados del Instituto Antártico Argentino para luego viajar un año después a la localidad neuquina de Villa El Chocón, donde comenzó su preparación en el laboratorio del Museo Municipal Paleontológico, Arqueológico e Histórico “Ernesto Bachmann”.