Investigadores del Conicet buscan cuidar la biodiversidad de los bosques argentinos

En el marco del programa ImpaCT.AR, un grupo de investigadores del Conicet desarrollará un plan para la conservación de la biodiversidad en bosques cultivados de la Argentina. La propuesta, impulsada por la Di­rección Nacional de Desarrollo Foresto Industrial, planea una ejecución a lo largo de tres años, y su objetivo principal es aportar información de base y criterios técnicos de gestión sostenible para las principales regiones forestales del país: Patagonia, Mesopotamia y Delta.

“Venimos trabajando de manera conjunta hace varios años en el marco del Observatorio con el apoyo de la Ucar y el Conicet”, dijo Gustavo Zurita, coordinador principal del proyecto. “Si bien se han fortalecido los métodos de relevamiento de información y la red de monitoreo, este proyecto nos permitirá establecer sitios de monitoreo a largo plazo y fortalecer la transferencia del conocimiento generado al manejo sustentable”, agregó.

Además de los investigadores del Conicet, que se desempeñan en cinco unidades ejecutoras de distintas regiones del país e integran el Observatorio de Biodiversidad, la iniciativa también incluye la participación de grupos del INTA, la Conae y distintas universidades nacionales.

Con la promoción de la Ley de Inversiones para Bosques Cultivados, el proyecto busca obtener un doble impacto positivo: por un lado, “preparar al sector foresto-industrial para alcanzar los niveles de desempeño requeridos por la demanda de los mercados nacionales e internacionales”; por el otro, contribuir a definir mejores prácticas sostenibles en las cuencas forestales, “que involucren a la gestión la conservación de la biodiversidad, el cuidado del agua y el almacenamiento de carbono en diferentes situaciones de manejo”.

Entre otros puntos, el plan se propone contar con información sistemática y actualizada sobre los bosques a partir de relevamientos de campo y la utilización de sensores remotos. Con estos recursos, los equipos podrán evaluar y proponer prácticas de manejo forestal compatibles con la conservación de la biodiversidad y desarrollar guías para los sistemas de certificación que faciliten la implementación en los productores y la evaluación por parte de auditores.