La comunidad terapéutica “Darse Cuenta” celebró en un gran acto la graduación de 25 personas

Un vínculo con el alma. En un evento cargado de emoción, alegría y esperanza, la comunidad terapéutica “Darse Cuenta” celebró en un gran acto la graduación de 25 personas que finalizaron el tratamiento de recuperación contra las adicciones, un gran paso en una lucha que es para toda la vida.

De la ceremonia que se desarrolló ayer por la tarde en el centro que la organización tiene en Los Hornos, en 63 y 167, participaron alrededor de 500 personas. Se realizó una entrega de medallas, se firmaron diplomas, hubo una suelta de globos y se vivió una jornada de mucha felicidad tanto por parte de las personas que concluyeron el tratamiento como de las familias que se hicieron presentes.

“La institución está celebrando el trabajo al que se dedica, que es rehabilitar a los muchachos que vienen con este problema de adicciones. Hoy tenemos la posibilidad de estar dando el alta a 25 chicos que terminan el tratamiento, 18 de acá y 7 que son de Chaco, donde vamos a estar la semana que viene”, le dijo a diario Hoy Hernán Ruiz, fundador y director de “Darse Cuenta”.

A su vez, la máxima autoridad del centro asistencial de la ciudad de La Plata, que desde hace 26 años trabaja en la lucha contra las adicciones, afirmó que están cumpliendo con el objetivo, “que es dar una nueva forma de vida a los que vienen tan golpeados por el estilo que llevaban de consumo”. Y agregó: “Estamos celebrando el hecho de poder unificar, que no nos permitía la pandemia. Hoy estamos todos juntos. Vienen los padres y es una jornada de reencuentro”.

Historia

La prestigiosa institución que se ocupa de la readaptación y la resocialización de personas con adicciones nació el 17 de octubre de 1996 de la mano de Horacio Salomón y Hernán Ruiz. Ambos continuaron como directores desde los inicios. Tras sus rehabilitaciones, Hernán y Horacio comenzaron a proyectar un espacio para transmitirle a quienes tienen esta enfermedad que la recuperación es posible.

“Darse Cuenta es la posibilidad de un cambio, el reconocimiento de que se puede, y el girar y poder cambiar la historia, dar vuelta la página. Cuando vienen los muchachos y se internan, viene una familia destruida, viene un muchacho que no puede con su alma. Darle el proceso y acompañarlos a que encuentren el camino nos hace sentir muy bien. Estamos teniendo entre 40 y 50 recuperados por año, que es una de las tasas más altas del país”, completó Ruiz.