La historia del “Messi de Berisso” que sueña con conocer al capitán de la Selección

Sus padres vinieron de Haití, viven en la zona del barrio Cotilap de Villa Nueva y bautizaron a su hijo de dos años como Leyomesi Jirimi. El niño nació en el hospital San Martín y sus padres lo anotaron con un nombre parecido al del 10 de la Selección.

Berisso es una ciudad de inmigrantes con sueños argentinos.

Leyomesi Jirami Antoine Dorcin es uno de los niños más queridos de la calle 146 en el barrio de Cotilap, dentro de la zona de Villa Nueva en Berisso. Hijo de haitianos, nació en el hospital San Martín el 26 de noviembre del 2018 y dio sus primeros pasos en las calles de tierra de la vecina ciudad. Tiene un inconfundible rostro con simpáticas trencitas en su pelo rizado y despierta el cariño y el comentario de los vecinos, que ya lo consideran “el Messi de Berisso”.

Sus padres llegaron a la argentina formando parte de una camada migratoria desde Haití y se ganaron la vida haciendo muchas cosas.

Mimi, su mamá, estudia para ser técnica en radiología y asegura que con esfuerzo todo se puede lograr en Argentina.

“No me cuesta estudiar. Es cuestión de ponerle ganas”, comentó ante este diario la inmigrante, que como tantos otros en el pasado, se radicó en Berisso. Precisamente, la capital del inmigrante le abrió las puertas a miles de personas que llegaron de todo el mundo.

Mientras estudia, la mamá de Leyomesi Jirami Antoine Dorcin se gana la vida con la venta callejera, pero siempre aferrada a la pasión por el fútbol y por Lionel Messi. Fue por eso que junto a su pareja tomaron la decisión de bautizar a su hijito menor con un nombre muy parecido al del crack argentino. “Buscamos un nombre que fuese aceptado y nos dejaran poner. Y elegimos Leyomesi. Se llama Leyomesi Jirami”, explicó orgullosa la mamá, quien vive en las inmediaciones de la calle 15 y 146 de Berisso.

Por otro lado, se trata de la misma zona, en la que otros vecinos vienen denunciando severos problemas con el suministro del agua.

 “Es el Messi del barrio”

“Mi marido se volvió a Haití y después regresará. Acá en el barrio nos conocen todos y nos tratan muy bien. Siempre fue así. Ojalá algún día lo podamos conocer a Messi”, expresó sonriente la mamá del niño sensación.

“Es el Messi del barrio”, comentaron amigablemente otros vecinos que viven a metros de esta familia de haitianos.

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