La odisea de pasar una tarde en Punta Lara y volver sin enloquecer

Un verdadero caos de tránsito si vivió hoy en los horarios pico en el camino que une a la ciudad de La Plata con la localidad balnearia de Punta Lara.

Al mediodía, al inicio de la tarde y en el anochecer, la circulación vehicular se descontroló y generó verdaderos nudos imposibles de desatar para los automovilistas que surcaban la autovía Víctor Mercante.

Cerca de las 12 y entre las 15 y las 17, la mano que va desde La Plata hacia Punta Lara se llenó de autos, motos, bicicletas, camionetas, micros y camiones medianos y grandes, atestados de gente que pugnaba por llegar a un lugar junto al río.

Los 35 grados de calor insoportable, con mucha humedad y altísima sensación térmica, hicieron de Punta Lara el oasis prometido para los habitantes de una amplia región circundante, en donde residen millones de bonaerenses que no van a la costa atlántica.

Llegar al balneario ensenadense desde el centro de La Plata se transformó en una pesadilla de 50 minutos, cuando habitualmente puede demorarse apenas 25. Controles viales de la municipalidad de Ensenada alargaban la agonía bajo un sol abrazador.

A paso de hombre durante varios tramos, se llegaba por fin a la rotonda que une Diagonal 74 con el Camino Costanero Almirante Brown, que actúa como derivador norte o sur.

La mayoría toma al norte, hacia boca cerrada, que es la extensión mayor de playas. Otros hacia Ensenada, donde abundan las mesas, los campings y la playa con piedras pero sin murallón.

Playas repletas, sol a pleno, pandemia a full y calor insoportable, conformaban un panorama difícil de explicar en una Punta Lara siempre dispuesta a enamorar y a acoger a todos: platenses, berissenses, ensenadenses, y turistas provenientes de Quilmes, Varela, Berazategui, Alte. Brown, San Vicente, Brandsen, Magdalena y otros municipios cercanos.

La vuelta es siempre lo peor, porque todos se van a la misma hora y las calles son las mismas. Algunos platenses acusaron haber tardado más de una hora para unir el trayecto Mirador Kirchner-Rotonda de 120 y 32. La subida a la autopista (sentido Punta Lara-CABA) estuvo casi dos horas saturada. Entre las 18:30 y las 20:30 las colas eran eternas.

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