ciencia
La primera en encontrar aliens podría ser una inteligencia artificial
El Instituto SETI activa una serie de algoritmos de aprendizaje automático para filtrar la enorme cantidad de datos generados en las observaciones de los telescopios
Desde los años 60, el Instituto SETI, (una organización de investigación sin fines de lucro cuya misión es explorar, comprender y explicar el origen y la naturaleza de la vida en el universo), dedica sus esfuerzos a buscar señales de otras civilizaciones inteligentes. Ahora, de acuerdo con el trabajo se acaba de publicar en Nature Astronomy, una Inteligencia Artificial ayudará a los investigadores humanos a filtrar rápidamente los enormes conjuntos de datos que arrojan sus búsquedas y, quizá, a encontrar lo que andan buscando.
Algunos de los radiotelescopios más grandes del mundo permanecen a la escucha de posibles señales procedentes de inteligencias alienígenas lejanas. Esas señales de radio deberían ser distinguibles de las que muchas estrellas y galaxias emiten de forma natural, así como del “ruido” emitido por nosotros mismos, dando así pistas sobre alguna civilización tecnológicamente avanzada en algún sistema solar distante. Una tarea que, sin embargo, requiere analizar cantidades ingentes de datos durante meses enteros en busca de la ansiada señal. Pero la aplicación de la IA, según afirma el astrónomo planetario Franck Marchis, abre una nueva era para la investigación del SETI.
El manejo de grandes cantidades de datos (Big Data) es algo relativamente nuevo para SETI, cuyo campo de estudio ha estado, durante décadas, muy limitado precisamente por disponer de muy pocos datos. Pero en 2015 todo cambió. Ese año, en efecto, el multimillonario Yuri Milner financió el mayor programa SETI de toda su historia: el proyecto Breakthrough Listen para buscar señales de vida inteligente en un millón de estrellas. Usando telescopios en Virginia, Australia y Sudáfrica, el proyecto busca emisiones de radio que provienen de la dirección de una estrella y que cambian constantemente en frecuencia, como sucedería si un transmisor alienígena estuviera en un planeta que se mueve con respecto a la Tierra.
El problema fue que las nuevas búsquedas arrojan una enorme cantidad de datos, incluidos los falsos positivos producidos por la interferencia terrestre de teléfonos móviles, GPS y otras tecnologías modernas.
“El mayor desafío para nosotros en la búsqueda de señales inteligentes no es en este momento obtener los datos”, explicó Sofia Sheikh, astrónoma del Instituto SETI. “La parte difícil es diferenciar las señales de la tecnología humana o de la Tierra del tipo de señales tecnológicas que estaríamos buscando en algún otro lugar de la Galaxia”, concluyó.