La UNLP entregó legajos reparados de víctimas de la dictadura

La Facultad de Ciencias Naturales homenajeó a los integrantes de su comunidad educativa que fueron víctimas del terrorismo de Estado

Las escalinatas del museo de ciencias naturales de La Plata fueron el escenario elegido para homenajear a víctimas del terrorismo de Estado que pertenecieron a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El acto se realizó el viernes a la mañana y consistió en entregar los legajos reparados de esas víctimas (estudiantes, graduados, docentes y trabajadores no docentes) a sus seres queridos.

Se trata de una iniciativa enmarcada en el Programa de Reparación de Legajos de la Dirección de Políticas de Memoria y Reparación. El objetivo final es inscribir la condición de detenidos desaparecidos o asesinados en los legajos de quienes transcurrieron parte de sus vidas dentro de la UNLP, ya sea en condición de estudiantes, de trabajadores o como graduados. Ayer entregaron un total de 60 legajos, 56 de ellos reparados, es decir con toda la documentación.

Durante el acto, el presidente de la casa de estudios, Martín López Armengol destacó que “esta iniciativa constituye un aporte de nuestra Universidad como expresión del compromiso de cumplir con el imperativo de Memoria, Verdad, Justicia y Reparación por las violaciones a los Derechos Humanos”. “Es, además, un hecho de reparación profundamente significativo con los familiares de las víctimas”, remarcó.

En esta ocasión, las personas homenajeadas pertenecieron a la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la UNLP. Una de ellas, cuyo legajo fue reparado y se presentó ayer, fue Raúl Alfredo Bonafini, uno de los hijos de la histórica presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien falleció en noviembre del año pasado.

El joven tenía 24 años al momento de su secuestro y posterior desaparición, el 6 de diciembre de 1977. Bigote o Bigotito, como lo apodaban, era estudiante de la carrera de zoología en la UNLP mientras militaba en el Partido Comunista Marxista Leninista y trabajaba en la refinería que YPF tiene en La Plata.

“La importancia de este acto de reparación documental, de profundo valor simbólico para todos. Hoy nos encontramos reafirmando como Universidad nuestro compromiso con todas las políticas de derechos humanos”, celebraron durante la jornada.

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