La verdadera historia de la mafia

Esta especie de secta dedicada al crimen organizado tiene una honda raíz histórica y nació con una finalidad sorprendente.

En el siglo XVIII nació esa oscura hermandad que hoy conocemos con el nombre de mafia. La autodenominada Cosa Nostra nació como movimiento de resistencia clandestina de los sicilianos contra los intentos de dominación de Austria, Francia y España. Los mafiosi robaban a los recaudadores de impuestos de los invasores y mataban a los agentes de Policía que trabajaban para ellos.

Para preservar su clandestinidad debían resguardarse de delatores y espías, por eso crearon un código de hierro que constaba de cinco reglas que, con el tiempo, se conoció como omertá: el mafioso debe ser solidario con un hermano en desgracia defendiéndolo como si se tratara de su propia vida; obedecer las órdenes del consejo de hermanos más antiguos que él; vengar cualquier ofensa inferida a cualquiera de sus hermanos por extraños a la causa; nunca, bajo ninguna circunstancia, debe apelar a la Policía o a los tribunales en busca de justicia; defender el secreto de la existencia de la mafia y jamás revelar el nombre de un hermano, bajo pena de muerte.

En 1860, Italia y Sicilia quedaron unificadas bajo una misma corona, por lo tanto la mafia se quedó sin razón de ser, pero ese fuerte vínculo generado entre sus integrantes los hizo perdurar. Ahora, los botines logrados eran para provecho de la hermandad. La eficacia de esa conspiración de silencio que los protegía los hizo convertirse en un poder secreto que redistribuía las riquezas de los sicilianos más poderosos en favor de la mafia, que hacía obras que beneficiaban a los sectores populares, lo cual los hizo alcanzar una inusitada popularidad. Décadas después, la mafia se trasladaría a Estados Unidos, instalando el régimen gansteril característico de los años 20, sobre todo en Chicago.

La mafia no se circunscribe a esa asociación nacida en Sicilia, en muchas partes del mundo fueron surgiendo grupos organizados dedicados a los mismos fines, incluso en la misma Italia. La ‘Ndrangheta, originaria de Calabria, es considerada hoy la mafia más poderosa y rica del mundo, con ramificaciones en Canadá y algunos países europeos. La Camorra, nacida en Nápoles, está relacionada con actividades de contrabando, chantaje, soborno, robo y asesinato, pero se fue debilitando a partir de mediados de la década del 80, cuando algunos jefes camorristas declararon como “arrepentidos”. No obstante, en la actualidad controla gran parte del tráfico de drogas del sur de Italia.

Fuera de Italia hay otras mafias muy poderosas. La “mafia albanesa” es conocida por su crueldad extrema. Se dedica al tráfico de drogas y de armas, y tiene una muy fuerte presencia en Estados Unidos y Europa.

La “mafia irlandesa” tiene como coto de caza Nueva York y Las Vegas. Fue retratada numerosas veces por el cine: Tiro de gracia, protagonizada por Sean Penn, Ed Harris y Gary Oldman; Camino a la perdición, con Tom Hanks, Jude Law y Daniel Craig; y Los infiltrados, con las actuaciones de Matt Damon, Leonardo Di­Caprio y Jack Nicholson.

La serie Peaky Blinders ficcionaliza la historia de Thomas Shelby, un mafioso que dominará toda Inglaterra. El nombre de la serie es el de una banda criminal que existió en la ciudad de Birmingham a mediados del siglo XX.

La mafia rusa floreció luego de la caída de la Unión Soviética. La apertura económica de la región les permitió expandirse internacionalmente hasta el punto de convertirse en organizaciones criminales de gran influencia a nivel mundial. En 1993, casi todos los bancos de Rusia eran propiedad de la mafia, y el 80% de las empresas estaban pagando dinero por protección.

Por su parte, la mafia china se dedica al tráfico ilegal de personas, falsificación de tarjetas de crédito, talleres textiles clandestinos, falsificación, venta y distribución de todo tipo de productos, prostitución, y blanqueo en otros países de los beneficios obtenidos por la heroína introducida en los Estados Unidos desde Tailandia y Laos.

La Yakuza

La Yakuza es la mafia más poderosa de Japón. Nacieron como bandas de seguridad privada que protegían regiones enteras a cambio de dinero. Poco tiempo después terminaron dominando los negocios ilegales de Japón. Controlan las apuestas, el contrabando, la especulación de bienes inmobiliarios, y el tráfico de drogas y armas.

No obstante, hubo una mafia judía que alcanzó cierta celebridad en los Estados Unidos, entre fines del siglo XIX y mediados del XX, que competía con los asiáticos, italianos e irlandeses por el control de los bajos fondos de Nueva York. El jefe de la mafia judía estadounidense Kid Cann dominó Mineápolis durante más de cuatro décadas y sigue siendo el mafioso más notorio en la historia de Minnesota. Esta mafia tuvo una ramificación en nuestro país en la Zwi Migdal, con sede en Buenos Aires, dedicada a la prostitución.

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