CULTURA

Las películas que inspiraron a Pedro Almodóvar

El gran director de cine español confesó cuáles fueron las películas que influyeron decisivamente en su obra.

Hay influencias involuntarias y otras elegidas; algunos artistas están tentados de realizar pequeños robos -que a veces llaman “homenaje”- y otros -como es el caso de Pedro Almodóvar- se apropian de obras ajenas en beneficio de la historia que quiere contar: “Cuando voy al cine a ver una película que me interesa, sus imágenes se convierten en parte de mi vida, de mi experiencia, aun cuando yo no haya sido más que un simple espectador”. Por eso, es natural que ramalazos de esas películas vistas aparezcan en sus sucesivos films, alimentándolos, enriqueciéndolos, sirviéndole de referencia al momento de escribirlas o de rodarlas. Finalmente, hay otras que fueron escogidas simplemente porque adoraría verlas una y otra vez.

El propio Almodóvar desglosó las influencias en muchas de sus películas. En Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, una película hecha con muy bajo presupuesto, tuvo en cuenta una película de John Waters hecha en las mismas condiciones: Pink Flamingos. Allí está la marca del movimiento pop americano de finales de los 70, la mezcla de glamour y de miseria, de alegría de vivir y de espíritu suicida.

Laberinto de pasiones (estrenada en 1982) tiene la inconfundible marca de ¿Quién eres tú, Polly Magoo?, de William Klein, con un universo complejo y muy visual colocado bajo la luz de la moda, su comercio, su snobismo y la ingenuidad de las modelos.

Entre tinieblas, la película de Pedro Almodóvar de 1983, en la que cuenta las andanzas de una cantante de club nocturno que se esconde entre monjas atrabiliarias; deja ver las huellas dejadas por Esa mujer, de su compatriota Mario Camus, que cuenta la historia de una monja violada por los nativos de una misión en África, que termina como cantante en piringundines de mala muerte antes de conocer la gloria como artista.

La inspiración provocada por Fritz Lang con Los sobornados es patente en ¿Qué he hecho yo para merecer esto?. Dijo Almodóvar: “No tengo palabras para expresar mi admiración por el Lang mudo, su período alemán, y el posterior en lengua inglesa. Los sobornados es una película para verla mil veces. Es violenta, sexy y oscura como el alquitrán”. Las escenas del director austríaco donde los hombres y las mujeres se arrojan cosas, se repiten en la película del director manchego.

Un western expresionista y desmedido, Duelo al sol, está en la base de la película Matador. La heroína (Asumpta Serna) huye del torero que la persigue refugiándose en un cine. El entra detrás. Los dos permanecen parados, como hipnotizados, contemplando las imágenes de la película que se proyecta. En la pantalla pasan Duelo al sol. La película llega a su fin como la vida de los dos héroes. Después de herirse de muerte, Jennifer Jones y Gregory Peck logran juntar sus últimas fuerzas para arrojarse el uno contra el otro y fundirse en un último abrazo mortal. Ese abrazo final anuncia el destino de los dos héroes de Matador, quienes en ese momento preciso contemplan hipnotizados su propio final en la pantalla.

Una de las películas más emblemáticas de Almodóvar, Mujeres al borde del ataque de nervios es, de alguna manera, otra versión de La voz humana, de Roberto Rossellini. El director español escribió una adaptación libre del célebre monólogo de Jean Cocteau, pero se vio forzado a estirarlo un poco y finalmente salió el guión de Mujeres... tal como la conocimos eventualmente. El monólogo de Cocteau había desaparecido, y apenas habían quedado algunos elementos: una mujer desesperada pendiente del teléfono y una valija llena de ropa del amante que no llama. Y la voz. En la historia de Almodóvar, ambos protagonistas son actores de doblaje.

Con su película ¡Atame!, el cineasta español se decidió escribir un guión que se desarrollara en el estudio. Por esa época vio Horas desesperadas. En la que Humphrey Bogart hace de jefe de una gavilla que se escapa de prisión y se refugia en la casa de una familia de clase media. Toman de rehenes a todos los miembros de la familia. Fue lo que le dio la idea para esa película que protagonizaron Antonio Banderas y Victoria Abril.

Se podría seguir el rastreo de influencias en las películas de Pedro Almodóvar, pero ya queda dicho que un gran director no sólo no se avergüenza de sus deudas, sino que las convierte en parte de una obra propia que se yergue gigantesca sin disimular las huellas ajenas.

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