cultura
Los 46 segundos más importantes de la historia del cine
Los hermanos Auguste y Louis Lumière, apasionados por la fotografía, realizaron por primera vez una breve película con obreros de su fábrica como protagonistas.
Fue la piedra fundacional de lo que hoy se conoce como cine. El 22 de marzo de 1895, los hermanos Lumière proyectaron los 46 segundos más importantes de la historia del séptimo arte y quedaron para siempre en la historia cinematográfica.
El video lo realizaron en su propia fábrica dedicada a la producción de artículos fotográficos y se trató de una secuencia que registraba el movimiento de un grupo de obreros saliendo de trabajar.
La fábrica de los Lumière era de productos fotográficos, placas fotográficas para fotógrafos profesionales.
De esta forma, ambos se adjudicaron ser los creadores de la primera película mundial en una cinta que en solo 46 segundos definiría para siempre el camino del séptimo arte.
La primera vez que Salida de la fábrica Lumiere fue exhibida comercialmente fue el 22 de marzo de 1895 en la Sociedad Francesa de Fomento de la Industria Nacional, en Lyon. En tanto, en París se estrenó al público unos meses después: el 28 de diciembre, en el Salón indio del Gran Café de París.
La ilusión del movimiento fue sin duda el aspecto más fascinante de este primer momento del cine. El corto fue rodado el invierno del mismo año de su estreno y tiene solo un plano fijo de decenas de trabajadoras y trabajadores al cierre de su jornada de trabajo. El primer film que da vida al cine es la primera aparición de la clase trabajadora en la pantalla.
Auguste Marie Louis Nicolas y Louis Jean Lumière habían nacido en Besanzón el 19 de octubre de 1862 y el 5 de octubre de 1864. Crecieron en Lyon, donde trabajaron en el taller fotográfico de su padre, que inculcó en sus hijos el gusto por la fotografía.
Louis era el investigador e inventor mientras que Auguste se ocupaba de las cuestiones administrativas. Sin embargo, juntos, se convirtieron en una dupla inseparable en la industria del cine.
Los hermanos, científicos autodidactas, pronto empezaron a dominar diferentes técnicas fotográficas. Durante una noche de insomnio, Louis acabó descubriendo la solución para hacer pasar el fotograma a través del objetivo.
Entonces, el 13 de febrero de 1895 los hermanos patentaron un aparato que era cámara y proyector a la vez: el cinematógrafo. Esa primera y concisa película cinematográfica abrió las puertas a las grandes historias que perduran hasta hoy y que llevan en cada paso esos primeros 46 segundos que marcaron un camino que parece no tener fin.