Mejoras en el Parque Pereyra e incertidumbre sobre la reapertura de la Reserva ECAS

Guardaparques y empleados de la Provincia que trabajan en el Parque Pereyra confirmaron que para recibir la visita de los vecinos de La Plata, Berazategui y Florencio Varela con la llegada de la primavera se realizaron tareas de mantenimiento y forestación en senderos y árboles del enorme predio que está entre Camino General Belgrano y Camino Centenario.

De acuerdo a lo que pudo averiguar diario Hoy, las tareas comenzaron en las primeras tres semanas de septiembre y a partir de este primer fin de semana de primavera el Parque debería lucir más en sintonía con la recepción de visitantes, con el pasto corto y los caminos prolijos, tras un año y medio de pandemia.

En todo este tiempo, a excepción de algunos ciclistas o runners, el lugar no fue utilizado como centro de recreación debido a las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus. A diferencia de lo ocurrido el año pasado, será la primera primavera en que las visitas están permitidas después de dos años.

Sin embargo, uno de los principales atractivos que ofrecía el paseo por este lugar permanecerá cerrado: la Reserva ECAS.

Tal cual se informó oportunamente, una causa judicial que se tramita en una fiscalía de Florencio Varela por presunta defraudación en la venta de entradas y alimentos para los animales que allí habitan, sumado a la pandemia que mantuvo cerrado el recorrido, alcanzaron como pretexto para no contemplar su apertura, al menos en el corto plazo.

A partir del trabajo de los guardaparques, los animales y las distintas especies que siguen en el lugar se fueron manteniendo en el ambiente silvestre, aunque si bien pasaron dos inviernos sin recibir visitas de los vecinos, siempre tuvieron alimento al alcance.

La intención de la Provincia es volver a abrir en algún momento la reserva para que las personas puedan recorrer el habitual camino en auto y tomar un breve contacto con la naturaleza y los animales que suelen acercarse a las ventanillas de los vehículos para recibir alimentos o galletitas específicas, que podrían volver a vender de forma más controlada en los accesos.

De todas maneras, todo está sujeto al avance de la causa judicial, que podría derivar en una reformulación de la manera en la que se organicen y administren los accesos al recorrido del público.