Nave espacial de la NASA en alerta

Se trata de la sonda denominada “Lucy” que salió de la Tierra el 16 de octubre de 2021, en un viaje que debe llegar a dos asteroides cercanos a Júpiter.

Asteroides troyanos, apodados así en referencia a la mitología griega, giran alrededor del Sol en dos grupos: uno de ellos antecede a Júpiter en su recorrido orbital y el otro sigue al planeta por detrás. En este sentido, Lucy espera ser la primera nave espacial que visite estos dos cuerpos estelares.

El conflicto inició en estos meses, ya que Lucy tuvo un problema técnico. La nave ostenta dos paneles solares de forma circular que se despliegan de un modo parecido a un abanico. Durante el lanzamiento al espacio, estos permanecieron plegados, pero en el transcurso de su recorrido, uno se agrandó en toda su extensión y el otro no llegó a hacerlo en su totalidad. Esto significa no solo una cantidad de electricidad menor de lo previsto para los sistemas de la nave, sino también que el panel defectuoso estará menos tensado de lo necesario.

La situación preocupó a los ingenieros de la misión, por lo que se organizó un gabinete de crisis, integrado por expertos de la NASA, el Instituto de Investigación del Sudoeste (SwRI) y las empresas Lockheed Martin (constructora de la nave) y Northrop Grumman (diseñadora y constructora de los paneles solares).

Después de meses de ensayos y pruebas, el equipo de Lucy extendió dos posibles opciones para resolver la falla. Por un lado, aplicar más fuerza de lo normal para ver si así se desatasca la pieza. Los expertos mencionaron que la fuerza extra se lograría haciendo funcionar el motor de despliegue de reserva del panel solar al mismo tiempo que su motor principal, aunque ambos motores no fueron diseñados teniendo en consideración que algún día tuvieran que funcionar juntos. A pesar de ello, el equipo determinó que podía hacerse sin grandes riesgos y que la acción podía ser útil. Y la segunda opción sería utilizar el panel solar tal y como está, desplegado en gran parte y generando más del 90% de su energía prevista.

Después de meses de simulacros, la NASA decidió poner en práctica la primera opción: un intento de varios pasos para completar el despliegue del panel solar. En siete ocasiones, durante los pasados meses de mayo y junio, el equipo ordenó a la nave que pusiera en marcha simultáneamente el motor primario y el de reserva del sistema de despliegue del panel solar.

Hasta el momento, la estrategia no tuvo éxito en su totalidad, pero sí a un nivel aceptable. El panel abrió más y logró tensarse. El equipo técnico de la misión estimó que el panel solar de Lucy está abierto entre 353 y 357 grados, del total de 360 que habría alcanzado si se hubiera desplegado por completo.

Después de esta situación, la nave está preparada para realizar el siguiente hito de la misión: una asistencia gravitacional en el campo gravitatorio terrestre en octubre de 2022. Para ejecutar la maniobra, Lucy pasará muy cerca de la Tierra y ello la acelerará. Está previsto que la nave llegue a su primer asteroide en 2025.

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