Nuevo desafío: aumentar la inversión en salud mental

En un contexto en el que las vidas cotidianas se han visto considerablemente al­teradas como consecuencia de la pandemia de coronavirus, hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental.

Este año, la propuesta está relacionada con lograr mayores inversiones y mayor acceso. Según la Organización Mundial de la Salud, “en los países de ingresos bajos y medios, más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y adicciones no reciben ningún tratamiento para su afección”.

En diálogo con diario Hoy, el doctor en Psicología, fundador y presidente honorario de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM), Alberto Trímboli, recordó que la fecha fue instaurada en 1992 por la Federación Mundial de Salud Mental, entidad que también presidió. El profesional expresó que para este año el lema es “Salud Mental para todos y todas, mayor inversión y mayor acceso”.

“El objetivo es seguir adelante para que los gobiernos dispongan de más recursos para la salud mental, pero bien distribuidos, porque podríamos decir que en Argentina hay inversión, pero mal asignada. El 80% de los fondos están dirigidos a los hospitales psiquiátricos y casi no hay presupuesto para los dispositivos intermedios, con base en la comunidad. Es decir, no se trata solo de mayor inversión, sino de mejor distribución”, precisó Trímboli, a la vez que elogió la tarea fundamental que está llevando en esa línea de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones.

El especialista que también es coordinador general del Servicio de Adicciones del Hospital Teodoro Álvarez recalcó la importancia del cumplimiento de la Ley Nacional de Salud Mental “que tiende a desestigmatizar y a abordar las problemáticas mentales en el territorio, en la comunidad”. “Es decir, que en el lugar a donde una persona se enferma, es a donde se puede curar”, afirmó, mientras que subrayó la necesidad de “un abordaje interdisciplinario e intersectorial”.

En ese sentido, Trímboli habló con este multimedio sobre la desmanicomialización y refirió: “Se debe realizar una reforma importante en las políticas de salud mental y sacar el centro de los hospitales monovalentes psiquiátricos especializados, hacia la comunidad. Es decir, tratamientos intensivos, pero en la sociedad, como, por ejemplo, casas de medio camino con hospitales de día. Y si fuera necesaria una internación, la Ley Nacional de Salud Mental establece que el único lugar para tal fin debe ser un hospital general, donde al recibir el alta los pacientes continúen los tratamientos de manera ambulatoria en sus comunidades, con diferentes abordajes”.

Psicología y pandemia

Con la pandemia, los padecimientos mentales irrumpieron en la escena. No obstante, Trímboli advirtió: “De acuerdo a mi experiencia, no podría asegurar que empeoraron. Si bien la apreciación es subjetiva, tiene que ver con lo que observamos. Considero que esto habrá que analizarlo después de la pandemia”.

Aunque la depresión sigue siendo el trastorno de salud mental mayormente diagnosticado en este país y a nivel mundial, el doctor en psicología expuso que “circulan numerosos estudios, opiniones e ideas poco serias”. “Se ha dicho que un 80% de los jóvenes tiene depresión y eso es imposible. No hace falta ser especialista para darse cuenta de que eso es ridículo y que no tiene ningún tipo de sustento”, dijo Trímboli.

“Hay cuestiones totalmente normales ante una situación que irrumpe y que viene de manera totalmente inesperada. Por supuesto que esto va a tener alguna consecuencia en nuestro psiquismo, en nuestra cabeza, pero no es lo mismo una tristeza que una depresión, o incertidumbre que psicosis”, sub­rayó el integrante de la AASM.

Y en última instancia, el especialista afirmó: “La única forma de hacer un diagnóstico es en un consultorio, con un equipo profesional. Estos resultados alarmantes e irreales lo único que hacen es confundir”.