cultura

Pablo Ramos, un escritor de visita en La Plata

Uno de los autores más sólidos e imaginativos de la nueva narrativa argentina vendrá hoy a la ciudad a presentar su último libro.

Pablo Ramos es un escritor de los orígenes, de los que hunden sus raíces más allá de lo visible, donde está lo más importante de lo que vemos: lo que apenas sospechamos. Con El origen de la tristeza, novela publicada en 2004, Pablo Ramos descubrió que ese dolor del que está hecho es la literatura. En las bibliotecas populares inició su diálogo con los libros, el vértigo de descubrir dentro de sí mismo esas historias, cuya verdad nace de la yema de sus dedos, en la lenta albañilería de la escritura.

Hoy va a estar presentando en nuestra ciudad El origen de la alegría, un nuevo movimiento de una sinfonía literaria que, provisoriamente, podríamos llamar tetralogía. Esta vez Gabriel Reyes, el protagonista de El origen de la tristeza, La ley de la ferocidad y En cinco minutos levántate María, está muy afectado por la inesperada muerte de su hermana menor. Entonces iniciará un viaje a Rosario colmado de paradas intermedias, en las que reaparecerán intactos pedazos del pasado, que el olvido no logró engullir.

El autor ha confesado que nunca imaginó que lo incorporaría a un cuarto libro. “Querría no haber tenido que hacerlo. La motivación fue una muerte inesperada, la de Vero, mi hermanita, hace cuatro años. Se lo prometí sobre su tumba. Prácticamente la había criado. Sí imaginé que iba escribir La ley de la ferocidad para hablar de mi padre y En cinco minutos levántate María, pensando en una mirada más tierna, la de mi madre, María Ramos, de la que tomé el apellido. Imaginé una trilogía, no este cierre”, comentó.

Ramos no nos sirve a la mesa el caldo espeso de la autocompasión ni rema en la mermelada de la autorreferencialidad, hay una necesidad de reconstruir una subjetividad a contrarreloj, una urgencia para decir algo cuyo sentido solo nosotros somos capaces de intentar descifrar. En El origen de la alegría, afirma haber cerrado un círculo: “Lo que perdí en el fuego voy a reencontrarlo en las cenizas”. Piensa que convertir a su personaje en escritor le permitió advertir la última frontera, el final definitivo: el descubrimiento de una herramienta que le permitió destruir lo conocido para hacer con los fragmentos una realidad nueva.

El autor, quien además es músico y guionista, es un espíritu caótico. Desde siempre vivió rodeado de instrumentos; suele encerrarse a tocar con su banda, Disléxicos, y basta un ademan de sus dedos para que los acontecimientos queden del lado de afuera. No tiene Twitter y su Instagram lo maneja su novia para promocionar los cursos. Él solo tuvo un sueño en la vida: ser escritor.

Allí, en esas inalterables soledades y en ese no interrumpido silencio, encuentra sus mayores disfrutes como escritor. “Yo soy una persona muy amable, solidaria, buena, pero soy un escritor muy salvaje, políticamente incorrecto en todo sentido. No le tengo miedo a la palabra mogólico ni a la palabra tortillera. No le tengo miedo a nada, mucho menos a las palabras para hacer literatura”, contó. También señala que les resulta un “peronista molesto” a los agentes del mercado y contó que, tras dedicarle un Martín Fierro a Cristina Fernández en 2016, a propósito del guión de Historia de un Clan, le levantaron el programa Animal que cuenta, que se transmitía por Canal Encuentro.

Este hombre, que nació para volar, aterrizará esta tarde en La Plata. Será a las 19.30 en el Edificio Karakachoff, en calle 48 entre 6 y 7. Conversará con la escritora Paula Tomassoni en un acto, cuyas palabras de bienvenida estarán a cargo de la presidenta del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, Florencia Saintout. Para garantizar que veremos a un Pablo Ramos esencial, además de escucharlo hablar de literatura, lo escucharemos hacer música con su banda.

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