Pacientes internados en la clínica de la Ribera no pueden dormir por ruidos molestos en las calles de Ensenada

Ocurrió durante el fin de semana cuando se registraron corridas clandestinas, picadas y competencias ilegales por la calle La Merced.

ntentar recuperarse de una operación o de alguna patología en la clínica de la Rivera en Ensenada se ha convertido una verdadera odisea para los pacientes que les tocó estar internados en las habitaciones cuyas ventanas dan hacia la calle La Merced de Ensenada, debido a los ruidos molestos que se vienen escuchando en esta zona de la vecina ciudad, según confesaron familiares de las personas que están convalecientes.

Durante el fin de semana, especialmente en la madrugada del domingo, no fueron pocos los familiares de las personas que están internadas en esta clínica que se quejaron y se mostraron muy molestos por la enorme cantidad de ruidos provenientes de la vía pública, producto de las picadas clandestinas que se disputan sobre la calle La Merced.

Según expresaron ante este medio, tal es el bullicio, que las personas que recientemente salieron de una operación o se están recuperando de un traumatismo por accidente o simplemente están en observación tuvieron que reclamar por ansiolíticos para poder conciliar el sueño ante la gravedad de lo que está ocurriendo en el lugar.

“Le pedimos a las autoridades municipales que hagan más controles o que no permitan que pasen las motos con los escapes libres por la calle La Merced en donde estamos reposando tratando de recuperarnos”, expresó Ivelina, una vecina de Los Hornos que se tuvo que operar la cadera y terminó siendo atendida en esta clínica de Ensenada.

Según se supo, las picadas clandestinas de motos se empezaron a correr por la mencionada calle La Merced, y muchos de sus protagonistas desconocen la existencia de una parte de la clínica en el trayecto por donde pretenden sacarse las ganas de correr carreras.

Historias parecidas a las del Bosque

El padecimiento de los pacientes de la clínica de Ensenada es similar a lo que hace años vienen sufriendo los familiares de los bebés que están en la sala de neonatología del Instituto Médico Platense, en el cuarto piso del edificio que está frente al Bosque de La Plata.

Por este lugar, cerca de la esquina de 1 y 51, durante años se escucharon ruidos molestos los jueves, viernes y sábados a la noche, como consecuencia de los autos que acuden al Bosque a escuchar música o a correr picadas ilegales.

Si bien en La Plata se incrementaron los controles por parte de la guardia urbana y se redujo la contaminación auditiva en los últimos dos años, la realidad es que las picadas clandestinas parecen haber mutado y se trasladaron hacia la zona de Ensenada, o en la época de verano también a Punta Lara.

Noticias Relacionadas