Paseadores caninos piden volver a trabajar en La Plata

El reclamo también alcanza a los entrenadores de perros, quienes vieron cortados sus ingresos desde el 20 de marzo por la cuarentena.

El trabajo con los animales no se limita solo a los cuidados veterinarios ya que en la ciudad de La Plata muchos se ganan la vida como paseadores de mascotas y también como entrenadores de los canes. Dos actividades que quedaron suprimidas desde que se dictó la cuarentena obligatoria el pasado 20 de marzo.

Ahora, tanto cuidadores como entrenadores caninos pidieron al intendente Julio Garro que los considere entre las actividades que pueden retomarse cumpliendo los protocolos. El listado se eleva al gobernador Axel Kicillof que decide las habilitaciones.

“Debido a la dinámica de nuestro trabajo, estamos acostumbrados a etapas del año que son más bajas. Así que siempre algo ahorro para esas épocas pero esto nos agarró justo después de la temporada baja del verano, justo cuando empieza la temporada alta para nosotros”, señaló a diario Hoy, el entrenador Cristian Ilincheta.

En este sentido, marcó que algunos de sus colegas sobreviven gracias a actividades paralelas y, los que tienen más experiencia, dando clases online, pero no es la solución definitiva para los más de dos meses de parálisis que lleva la actividad.

“Estamos complicados. No es fácil recibir ingresos en este oficio si no estás en contacto directo con el perro. Presentamos la carta de excepción la otra semana, mandamos el mail con todo lo que pedían, incluyendo el protocolo sanitario. Volví a mandar un mail a la misma dirección y nada, ni una respuesta”, explicó Ilincheta.

Por otra parte, el caso de los cuidadores es más complejo ya que ellos deben circular por las calles de la ciudad además de retirar y entregar a los animales casa por casa, por lo que temen que por ese motivo no les den una solución pronto.

“La actividad bajó a cero en la semana que arrancó la cuarentena e incluso yo, por prevención había suspendido dos días antes. Hacia adelante la incertidumbre es total porque gran parte de nuestra clientela es de edad de riesgo y al ser un trabajo de circulación veo difícil que nos permitan la actividad en un futuro inmediato”, dijo a este medio el paseador Leandro Di Luca.

En tanto, algunos paseadores apostaron a que los clientes sigan abonando el servicio aunque no lo estén prestando, de manera solidaria. A pesar de los problemas económicos que se generó para este sector, ven complejo que se habilite durante esta cuarentena que se extendió hasta el 7 de junio.

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