Quieren ponerle el nombre de un estudiante desaparecido a una escuela platense

Se trata de la Escuela 12 de Gonnet, que llevaba el nombre de Horacio Ungaro, uno de los jóvenes secuestrados en La noche de los Lápices.

A poco de cumplirse un nuevo aniversario de La Noche de los Lápices, uno de los episodios más oscuros de la historia local y argentina, piden que se restituya el nombre de uno de los estudiantes desaparecidos a una escuela de La Plata.

Se trata de la Escuela n°12 de Gonnet, que hasta hace unos años atrás llevaba el nombre de Horacio Ungaro como símbolo de la memoria activa de la comunidad. Horacio había sido alumno de esa institución y por eso lo homenajearon de ese modo. En 2015 eso cambió y la escuela pasó a denominarse Manuel B. Gonnet.

“A los 30 años de La Noche de los Lápices le pusieron el nombre de Horacio en homenaje, pero en 2015 lo cambiaron. En la provincia de Buenos Aires esta fue la primera escuela que llevaba el nombre de un desaparecido”, recordó en diálogo con diario Hoy, Marta Ungaro, hermana de Horacio.

Tanto la comunidad educativa como los gremios docentes y familiares de Horacio pidieron a través de una nota formal enviada a la Dirección General de Educación y Cultura bonaerense que se le restituya el nombre del joven que con solo 17 años fue desaparecido el 16 de septiembre de 1976. “Es una manera de rever los nombres que ponemos a las escuelas, lo que representan”, subrayó la mujer.

Horacio fue secuestrado junto a su amigo Daniel Alberto Racero, pero no fueron los únicos, también fueron víctimas esa noche Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone y Francisco López Muntaner, mientras que días antes habían secuestrado a Gustavo Calotti.

Al otro día, el 17 de septiembre las fuerzas armadas se llevaron a Emilce Moler y Patricia Miranda y cuatro días después a Pablo Díaz. Todos fueron derivados al centro clandestino de detención Arana, donde se los torturó durante semanas. Luego pasaron al Pozo de Banfield. Moler, Díaz, Miranda y Calotti recuperaron la libertad, pero los otros seis aún están desaparecidos.

“El apoyo de la comunidad está, los gremios también, mi hermana tuvo una reunión con concejales y dijeron que iban a impulsar esto. Esperamos que efectivamente se cumpla porque lo amerita, representa una fecha muy especial para todos los estudiantes secundarios porque los chicos son los que sostienen los lápices ahora”, destacó Marta.

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