Restauraron Baldosas por la Memoria en el centro de la ciudad

La organización Hijos regional La Plata restauró junto a artistas locales Baldosas por la Memoria que fueron vandalizadas en calle 10 y 51.

La organización Hijos regional La Plata restauró junto a artistas locales Baldosas por la Memoria que habían sido vandalizadas en el centro de la capital bonaerense, informó la agrupación a través de un comunicado.

En redes sociales, la organización contó que durante este fin de semana restauraron las baldosas de la calle 10 entre 51 y 53 con las que se recuerdan a Mario Luis Noriega, conocido como “Pato”, un obrero del Astillero Río Santiago, militante de la Juventud Trabajadora Peronista, asesinado el 13 de noviembre de 1975.

“Hace unos días, manos cobardes y anónimas vandalizaron las Baldosas por la Memoria ubicadas en calle 10 entre 51 y 53 que recuerdan a Pato Noriega”, señalaron desde la agrupación en referencia a lo sucedido y agregaron: “Ayer fueron muchas más las manos que se sumaron a restaurarla”.

En esa línea, se afirmó que “no es la primera vez que atentan contra nuestros símbolos”. Y agregaron: “Qué ingenuidad pensar que se puede tapar la memoria con un manchón de pintura negra. No se puede borrar la historia, así tengamos que repetirla una y 30.000 veces”.

Desde Hijos agradecieron la participación de los trabajadores de Unidos por la Cultura, espacio que nació recientemente en rechazo a la caducidad de los fondos específicos destinados a la cultura.

“En este contexto de avanzada autoritaria y recorte de derechos, de agravios hacia nuestros familiares y nuestra lucha, estos gestos de reparación resultan indispensables”, se expresó tras la jornada.

Baldosas por la Memoria es un homenaje a las personas detenidas-desaparecidas y asesinadas durante la última dictadura cívico militar argentina, y con su imposición se señalan en la vía pública los lugares donde vivieron, estudiaron, trabajaron, militaron o donde fueron secuestradas o asesinadas esas personas.

La organización Hijos surgió a mediados de la década del 90, al calor de la lucha de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y otros organismos de derechos humanos. En este sentido, los hijos e hijas de las víctimas de la dictadura se agruparon conformando esa nueva organización que hoy cuentan con cerca de 30 años de recorrido.

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