Revelan el rostro de la enigmática “dama de la diadema”

En marzo de este mismo año, un equipo de arqueólogos anunció el descubrimiento de una valiosísima tumba de hace 3.700 años en La Almoloya. Allí, en ese sitio de Murcia (España), yacían un hombre y una mujer con un ajuar sorprendente. Entre las piezas de plata destacaba una imponente diadema, que sugería su poder y estatus dentro de la sociedad de El Argar. Ahora, una nueva investigación ha conseguido poner rostro a 40 individuos de esa población antigua, incluida la enigmática “dama de la diadema”.

Sin concesiones al arte ni a la subjetividad, la recreación fue posible gracias a una refinada metodología científica llevada adelante por la investigadora Joana Bruno. Primero se digitalizaron los cráneos recuperados en los yacimientos de La Almoloya y La Bastida, mediante un escaneado láser de alta resolución en 3D. Sobre esos modelos, se añadieron capas de músculos y otros tejidos blandos. Luego, una serie de fórmulas indica el grosor del labio o de la nariz según la edad y el peso. No hay fórmula para los lóbulos de las orejas, así que en ese caso se optó por hacerlos todos iguales para que no haya margen para la interpretación. Tampoco se les añadió pelo.

El objetivo final es conocer si las similitudes físicas de los individuos, eso que de forma coloquial llamamos “aire de familia”, pueden objetivarse a través de diferentes análisis estadísticos de morfometría geométrica para indicar de forma fiable sus relaciones de parentesco. “Sentí un escalofrío, fue de auténtico impacto”, dijo la arqueóloga Cristina Rihuete, del Departamento de Prehistoria de la Universidad Autónoma de Barcelona, cuando vio el rostro. “De alguna manera, esta señora destacaba cuando llevaba esas joyas puestas. Debía de impresionar cómo brillaba y cómo sonaba”.