CIENCIA

Sagitario A*: las razones de un hallazgo histórico

De acuerdo a los científicos, la primera imagen del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea permitirá formular preguntas que hasta ahora eran inconcebibles.

Rodeado de una expectativa casi sin precedentes en el campo astronómico, el pasado jueves se reveló mundialmente la primera imagen del monstruoso agujero negro que habita en el centro de nuestra galaxia: Sagitario A*. Una especie de anillo de unos 60 millones de kilómetros que se ubica a unos 26.000 años luz de distancia de la Tierra y tiene una masa cuatro millones de veces mayor que la de nuestro Sol. A primera vista, sin embargo, no es más que una foto borrosa: una especie de rosquilla con el centro sumido en la oscuridad y rodeado por un brillante halo naranja. La pregunta de la población no especializada fue: “¿Por qué es tan importante?”

Sin duda, hay una parte emocional: finalmente ver algo que se lleva estudiando teóricamente desde hace décadas. Más de un siglo después de que la teoría de la relatividad general de Einstein insinuara la existencia de los agujeros negros, esas regiones imposiblemente densas de espacio se están confirmando. Para encontrarlos, los astrónomos han rastreado las órbitas de incontables estrellas alrededor de masivas compañeras invisibles, suponiendo siempre que los agujeros negros eran los responsables de esos movimientos erráticos. Pero nunca habían podido verlos.

Ahora todo ha cambiado. Con una imagen en la mano, todo eso se podrá estudiar igual que cualquier otro objeto físico real, y no solo como una serie de abstracciones matemáticas. De hecho, la estructura revelada en la imagen de Sagitario A* ayudará sin duda a confirmar la precisión de la relatividad general y, quizás, revelará también cómo el material que hay alrededor de un agujero negro a veces cae en él y otras adquiere la energía necesaria para alejarse en forma de enormes chorros en espiral. A partir de ahora, será posible el estudio a escala del horizonte de los agujeros negros: “la frontera” invisible de la que nada puede volver a escapar. A partir de ahora, será posible hacer un montón de nuevas preguntas que antes ni siquiera se podían concebir. Las promesas son enormes.

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