Ciencia

Shuvuuia, el dinosaurio que cazaba en la más completa oscuridad

La especie vivió en los desiertos de Mongolia y tenía el tamaño de un pollo.

Un reciente hallazgo publicado en la revista Science señala que el shuvuuia, un pequeño dinosaurio terópodo, tenía una audición y una visión nocturna extraordinarias. La especie poseía una lagena (el órgano que procesa la información del sonido entrante) muy grande y casi idéntica en tamaño al de la lechuza común actual. Ese órgano, sugiere el estudio, podría haberle permitido cazar en la más completa oscuridad.

“Mientras reconstruía digitalmente el cráneo de Shuvuuia, no podía creer el tamaño de lagena”, dice James Neenan, expostdoctorado de Choiniere en Wits y uno de los autores del estudio. “Llamé al profesor Choiniere para que echara un vistazo.

Ambos pensamos que podría ser un error, así que procesé el otro oído. Solo entonces nos dimos cuenta del gran descubrimiento que teníamos entre manos. No podía creer lo que estaba viendo cuando llegué allí, se suponía que las orejas de dinosaurio no debían verse así”.

Para evaluar la visión, el equipo observó el anillo escleral, una serie de huesos que rodean la pupila de cada especie. Al igual que la lente de una cámara, cuanto más grande se puede abrir la pupila más luz puede entrar, lo que permite una mejor visión por la noche. Al medir el diámetro del anillo, los científicos determinaron que tenía una visión optimizada, presumiblemente para cazar de noche.

Desde su descubrimiento en la década de 1990, shuvuuia ha desconcertado a la comunidad científica. Tenía el tamaño de un pollo, vivía en los desiertos de lo que hoy es Mongolia y su esqueleto era uno de los más extraños entre los dinosaurios: tenía un cráneo frágil y parecido al de un pájaro, brazos musculosos con una sola garra en cada mano y piernas largas como un correcaminos. Con los nuevos datos sobre sus sentidos, los especialistas plantean la hipótesis de que shuvuuia habría sido nocturno: usaba su audición y visión para encontrar presas; sus largas y fuertes patas le servían para correr a sus presas y sacarlas de sus madrigueras.

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