Trabajadores de la UNLP armaron una cabina desinfectante a bajo costo

Carlos Winschu y Gustavo Tinto forman parte del plantel no docente de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas. Iniciaron el proyecto en los talleres de esa unidad académica para contribuir a cumplir los protocolos de prevención de la Covid-19.

Los trabajadores de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP se pusieron al frente de un proyecto que busca dar respuesta a los protocolos de prevención del nuevo coronavirus y armaron una cabina desinfectante efectiva, rápida y a muy bajo costo, que ya se encuentra en funcionamiento.

“Gustavo (Tinto) me mostró un arco sanitizante que instalaron en Atulp y me preguntó si podríamos armar algo parecido, ya que él forma parte, además, de una comisión que trabaja en los protocolos de vuelta a la actividad, y podría usarse esa cabina como parte de ese proceso”, dijo, en diálogo con diario Hoy, Carlos Winschu, jefe del Taller Mecánico de la facultad.

Luego de analizar la idea, Carlos y Gustavo, que forman parte del plantel no docente de la cada de altos estudios, presentaron el proyecto con detalle de los costos y los materiales a utilizar ante el decano Raúl Perdomo, quien los autorizó de inmediato para que pudieran comenzar con la construcción de la cabina.

“Desde que se presentó la idea hasta que quedó armada, nos llevó cinco semanas por diferentes cuestiones, pero en ese tiempo también construimos un molde para poder hacer otras rápidamente, en caso de que se necesiten en otras unidades académicas. Con eso, en tres o cuatro días puede estar lista”, detalló Carlos.

En ese tiempo también desarrollaron el temporizador y el infrarrojo que funcionan en el sistema. En tanto, calcularon que hay una diferencia del 30 al 40% entre los costos de una cabina en el mercado.

“Se hace rápido porque, en realidad, es un trabajo simple, el detalle está en el funcionamiento de la bomba y el sistema de aspersión, para que la filtración sea la adecuada y no incomode a las personas que la usan”, especificó Carlos.
Para el trabajo, ambos se fueron turnando en el uso del taller para mantener los protocolos de cuidados en el marco de la pandemia y trataron de coincidir lo menos posible en el mismo espacio.

“No tuvimos un pedido concreto, pero sí nos contactaron de otras facultades, interesados en contar con una de ellas. Este es un trabajo interno de la universidad, no lo hacemos para comercializar a terceros, pero sí está disponible la información”, remarcaron.

Ahora, Tinto y Winschu trabajan en el desa­rrollo de un dispenser automático de alcohol, para que no haya que tocar el objeto, sino que funcione a partir de un sensor, un producto que está en pleno proceso de armado.

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