Trabajan en un proyecto para cerrar todo el paseo del Bosque con alambre olímpico

De manera sigilosa, muy por lo bajo, pero con detalles que se fueron filtrando en los últimos meses, la intención de la comuna platense de cerrar el predio del Bosque salió a la luz.

El proyecto se venía analizando desde que arrancó el año de gestión y podría ejecutarse en el comienzo del 2025, como parte de la seguidilla de obras para cambiar la fachada de la ciudad, que ya comenzó con la remodelación de las plazas Italia, San Martín y Rocha.

Si bien desde la secretaría de obras de la comuna no quisieron precisar ni admitir los pormenores del trabajo, básicamente se pretende poner un alambre olímpico que cerque todo el predio del bosque para limitar los ingresos durante la noche.

De acuerdo a lo que pudo averiguar de manera exclusiva el diario Hoy, se pensó en disponer de cuatro ingresos con garitas de seguridad privada y un alambrado gigantesco que cerrará todo el lateral del Bosque de la avenida 122, desde 52 hasta 60, para luego ir bordeando todo el lateral de 60, desde 122 hasta la cancha de Gimnasia.

El cierre seguirá luego por los caminos internos del Bosque, pasando por la parte de atrás de la escuela Albert Thomas hasta la esquina de 57 y 115 donde está el estadio de Estudiantes. Allí, el alambrado que se pretende seguirá los límites de la cancha del Pincha frente al lago del Bosque y llegará al ingreso principal que tendrá el Bosque de La Plata en el inicio de la avenida Iraola, sobre una de las esquinas del viejo Zoológico y justo frente a la plaza Rivadavia y la facultad de Odontología.

Si bien los detalles formales se darán a conocer en los próximos meses, la intención final es limitar la circulación de personas durante la noche. Hay quienes pretenden que a las 22 se cierren las puertas y nadie pueda transitar por el interior del enorme predio que volvería a abrir al día siguiente a la mañana para la realización de actividades físicas para los vecinos.

Además, se apunta a erradicar a los delincuentes, acabar con las picadas clandestinas y los estacionamientos para realizar tareas de acción privada dentro de los vehículos, como históricamente ocurrió con un sector que cobró mucha popularidad entre los platenses, denominado “villa cariño”.