Tras 200 años de ausencia, avistaron un aguará guazú

El Museo Provincial de Historia Natural (MPHN) de La Pampa compartió un video donde se ve al animal y pidieron a la población que en caso de encontrarlo “simplemente lo observen”.

Un ejemplar de aguará guazú, conocido como “zorro grande” en guaraní, fue avistado en la provincia de La Pampa, Argentina, después de una ausencia que se expandió por dos siglos en la región.

En este contexto, el Museo Provincial de Historia Natural (MPHN) de La Pampa compartió un emocionante video en el que se puede observar un raro espécimen en un campo del noreste de la provincia. En respuesta a este sorprendente acontecimiento, el MPHN hizo un llamado a la población para que, en caso de toparse con el aguará guazú, “simplemente lo observen”, teniendo en cuenta la vulnerabilidad de esta especie.

El director del MPHN, Daniel Pincen, expresó su alegría por el regreso de esta especie a la provincia después de tantos años y llamó a la colaboración de la comunidad para ayudar a que el aguará guazú pueda volver a establecerse en la región.

El animal tuvo una amplia distribución en la Argentina, en provincias como Corrientes, Formosa, Chaco, el norte de Santa Fe y Córdoba, este de Santiago del Estero y sur de Misiones. Sin embargo, en la actualidad, se encuentra catalogado como una especie amenazada en el país debido a la pérdida de su hábitat natural y otros factores que han contribuido a su declive.

Según Daniel Pincen, este ejemplar avistado en La Pampa podría ser un juvenil que se ha desplazado desde las regiones limítrofes de las provincias de Buenos Aires y Córdoba hacia La Pampa.

Cabe recordar que la aparición es especialmente significativa para algunas culturas nativas, como los tobas y mocovíes, ya que lo consideran un animal sagrado y lleno de espiritualidad. El aguará guazú se caracteriza por su coloración rojiza, crin negra, orejas grandes y una forma de caminar distintiva, moviendo sus dos patas de un lado al mismo tiempo.

Asimismo, solía ser muy común en La Pampa hasta el siglo XIX. Sin embargo, su desaparición en la provincia se debió a la conversión de pastizales en tierras de cultivo, la tala de bosques de caldén para la explotación forestal y modificaciones en los cursos de los ríos en Mendoza y San Juan.

A pesar de estos desafíos, el avistamiento en el noreste de La Pampa sugiere que la especie todavía se encuentra en condiciones para regresar a su hábitat histórico. Es importante destacar que el aguará guazú está protegido a nivel nacional en la Argentina y su caza y comercialización están prohibidas por la Ley Nacional 22.421 de Conservación de la Fauna.

Antecedentes históricos y culturales del aguará guazú

De acuerdo con el MPHN, el primer registro del aguará guazú en La Pampa y zonas limítrofes data en 1806, en las anotaciones que Luis de la Cruz realizó en su diario de viaje. El explorador de nacionalidad chilena “se valió de las descripciones del Cacique Manquel y su esposa Puelmanc en la ribera del río Chadileuvú, muy cerquita del arroyo Potrol y Limay Mahuida”.

Más adelante, en 1881, hay registros de la presencia del aguará guazú entre las especies de mamíferos en la ribera de los ríos Coli y Kürrü leuvú (Colorado y Negro). En tanto, en 1923, describe también el Museo, “don Quintino Toledo deja su testimonio del mismo animal por el sur de San Luis en un trabajo publicado en 1961”, y en 1938, un tal “Vignati” dio cuenta “del nombre Huelquén con el que los Tehuelche nombraban al animal y el topónimo del río Quequén”. Su presencia en La Pampa está relacionada con “el agua, los ríos, las lagunas, los humedales y los pastizales naturales”, sostuvo la institución.

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