ciencia

Un experimento revela detalles sobre los ritmos circadianos

El reloj central es un conjunto de 20.000 neuronas con pequeños relojes moleculares.

Aldo Kane, un exmiembro de la Marina Real británica, pasó diez días encerrado en un búnker nuclear, completamente aislado, sin luz exterior ni reloj. Era un experimento para ver cómo se regulaban, sin variables externas (como la luz o los horarios sociales) sus ritmos circadianos. Es decir, el reloj central, ubicado en el hipotálamo, que da la hora al resto del cuerpo y prepara a los tejidos del organismo para procesos vitales como comer o entrar en contacto con la luz solar.

Según Juan Antonio Madrid, investigador del Laboratorio de Cronobiología y Sueño de la Universidad de Murcia, que participó en el proyecto, el resultado fue que su sueño se retrasó unos minutos cada día: su reloj biológico generaba ciclos de más de 24 horas. En cuanto se le expuso de nuevo a varias señales sincronizadoras, como el sonido del despertador o el encendido de la luz, sus ritmos volvieron a ordenarse. Que falle, se atrase o se pare este reloj biológico, señalan los expertos, puede propiciar la aparición de enfermedades.

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