Vecinos de Gonnet y Villa Castells esperan al aguatero y piden cloacas

Mientras continúan pagando costosos impuestos por los servicios, los vecinos de los barrios de Gonnet y Villa Castells padecen las consecuencias de la desinversión de ABSA.

A la falta de cloacas en la zona que se ubica a unas pocas cuadras de las vías de calle 502, los frentistas suman un nuevo malestar por las largas filas que deben realizar diariamente para obtener agua envasada apta para el consumo.

“Hará ocho años que el agua de las canillas sale salada y, en varias ocasiones, también salió turbia. Después de miles de denuncias, hace tres años que ABSA comenzó entregar bidones en el Centro Comunal de Gonnet”, contó Silvia en diálogo con diario Hoy.

En un momento en que es crucial que la gente permanezca en sus hogares por la pandemia de coronavirus, los vecinos acuden a la delegación que el municipio posee en calle 15 bis, para amontonarse y disputarse los tres bidones que la empresa suministra por cada familia, de lunes a sábados, a las 10.30 y a las 14.30.

“En mi casa vivimos seis personas. Como con mi pareja trabajamos, muchas veces no podemos acercarnos a buscar los envases y terminamos cocinando y tomando agua que, evidentemente, no cumple con los parámetros de normalidad. Tampoco la situación económica está como para andar comprando agua mineral”, expresó Ricardo.

Mientras tanto, ABSA continúa cobrando los impuestos a aquellos afectados por la situación, sin ningún tipo de descuento. En una casa ubicada a dos cuadras del Centro Comunal, los habitantes pagan $1.477,56 en concepto de agua y desagüe cloacal. A su vez, las facturas muestran un cargo de impuestos y contribuciones por $256,44.

Leandro, de Villa Castells, elevó su queja a este multimedio y contó: “No solo que no podemos tomar agua, sino que tampoco recibimos una rebaja en las boletas. En este barrio, también venimos pidiendo las cloacas desde hace años. Es indignante que no lo hagan y que sigamos siendo rehenes de este tipo de empresas”.

En la zona lindera a la República de los Niños, los habitantes afirman que “el agua, también, tiene un gran gusto a cloro”. Si bien en estos casos los reclamos ponen el foco en la zona norte de La Plata, son infinitas las quejas que provienen de los usuarios de distintos barrios platenses, por falta de agua, pérdidas en la vía pública y cloacas desbordadas.