Vecinos se las ingenian para arreglar los pozos

Quienes viven en el barrio aseguran que si no fuera por esos cascotes que arrojan los propios ciudadanos de la zona, todo sería más grave.

Si no fuera por los propios vecinos, ante la falta de respuestas por parte de las autoridades, los pozos gigantes que hay en medio de la calle serían mucho más profundos. Esto sucede en la avenida 149, entre 58 y 59, donde todos los días pasan miles de autos y hasta una línea de colectivos.

“La otra vez un hombre tiró un montón de piedras, después fui yo y con una pala las acomodé”, le dijo a diario Hoy un comerciante de la cuadra. Quienes viven en el barrio aseguran que si no fuera por esos cascotes que arrojan los propios ciudadanos de la zona, todo sería más grave. “Cuando llueve es peor, ­quedan todos tapados, se forma una laguna”, sostuvo una frentista. ­Además, aseguran que han visto cómo los móviles de la Policía, al pasar a toda velocidad, “dejan parte de los autos”.

Consultados por el peligro que esto implica, afirman que la gente, como el problema está hace “miles de años”, ya los conoce y sabe ­esquivarlos.

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