Bélgica enfrenta crisis de hacinamiento en cárceles

Los sindicatos de funcionarios penitenciarios han amenazado con llevar a cabo una huelga el 14 de marzo en protesta por el hacinamiento en las prisiones.

Bélgica ha implementado una nueva política que permite a ciertos presos alternar entre períodos de tiempo tras las rejas y arresto domiciliario. Esta medida, que entró en vigor ayer, busca aliviar la superpoblación carcelaria que ha llevado a que más de 12.300 personas estén privadas de libertad en un sistema diseñado para albergar solo 10.700.

Sin embargo, esta política de alternancia mensual tiene sus limitaciones. No será aplicable a los condenados por delitos de terrorismo o sexuales, ni para aquellos que hayan recibido penas superiores a diez años de prisión. Esta instrucción, que pretende aliviar la presión sobre las cárceles, plantea interrogantes sobre la capacidad del sistema judicial para hacer frente a la creciente cantidad de personas encarceladas por delitos considerados menos graves.

Por otro lado, los sindicatos de funcionarios penitenciarios han amenazado con llevar a cabo una huelga el 14 de marzo en protesta por el hacinamiento en las prisiones. Nueve instituciones penitenciarias en el país ya se encuentran rechazando nuevos reclusos debido a la falta de espacio.

Finalmente, Denis Bosque abogado penalista, expresó su preocupación respecto a esta medida, señalando que durante los últimos años se había advertido sobre el posible colapso del sistema penitenciario ante el incremento de personas encarceladas. Bosque destacó los desafíos humanos, de personal e infraestructurales que enfrentan las cárceles belgas.

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