Bolsonaro desmintió a Greenpeace y aseguró que no hay incendios

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, indicó que los incendios registrados en la Amazonia son “mentira”, y conminó a los líderes políticos de los estados de la cuenca amazónica a “resistir” mientras son “criticados de forma injusta” por su gestión medioambiental.

“Esa historia de que la Amazonia arde en fuego es mentira”, aseguró Bolsonaro, quien dijo también que “el hecho de que la mayor parte de la flora permanezca intacta es la prueba” de que los estados de la cuenca amazónica “son perfectamente capaces de cuidar de ese patrimonio con atención a los aspectos ambientales, sociales y económicos”.

Las declaraciones del mandatario se dieron en el marco de una cumbre virtual de la Amazonia junto a Colombia, Ecuador, Bolivia, Perú, Guyana y Surinam, en donde reivindicó el derecho de los países de la región a explotar los recursos naturales de sus territorios.

El polémico mandatario brasileño lamentó las críticas por ne­garse a ampliar el territorio que Brasil tiene catalogado y protegido como reserva indígena y se justificó al indicar que esa medida “haría inviable” la economía de su país basada en el agronegocio.

Hace algunos días, Greenpeace anunció que el número de incendios en el mes de julio batió un récord en relación a los años precedentes. El 30 de julio fue registrado como el día con mayor nú­mero de focos de fuego en la Amazonia en los últimos 15 años, con un total de 1.007 puntos de calor detectados por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).

Asimismo, este total muestra un incremento del 14,5% de los incendios en comparación con el mismo mes del año pasado: en julio de 2019 el INPE registró 5.318 focos, mientras que el pasado mes el balance mensual aumentó hasta los 6.091.
El órgano encargado de la medición de focos de fuego anunció que, dadas las cifras actuales, el balance de incendios de 2020 podría ser superior al de 2019.

“El fuego es una de las principales herramientas utilizadas para deforestar, especialmente por ocupadores ilegales de tierras y por agricultores que lo usan para limpiar las áreas para uso agropecuario o para especulación”, explicaron desde Greenpeace.