California: Dixie es el segundo peor incendio de la historia del estado

El fuego ya destruyó más de 187 mil hectáreas y cubre una superficie mayor que la de la ciudad de Los Ángeles.

El estado de California está siendo afectado desde el 13 de julio por un inmenso incendio forestal, al cual llamaron Dixie, que continúa creciendo al punto de haberse convertido este fin de semana en el segundo mayor de la historia del estado. Al día de hoy, tres personas fueron reportadas como desaparecidas y miles huían del avance de las llamas, informaron las autoridades.

A primera hora de este domingo, el fuego ya había destruido 187.562 hectáreas, lo que supone un aumento con respecto a la jornada anterior, en la que habían sido arrasadas 181.187 hectáreas, informó AFP.

Actualmente, el fuego cubre una superficie mayor que la de Los Ángeles y aproximadamente del tamaño de la isla hawaiana de Maui. Asimismo, ya ha destruido cerca de 400 estructuras y el pueblo histórico de Greenville. 

El incendio, que el sábado dejó tres bomberos heridos, permanecía contenido este domingo en un 21%, sin cambios respecto al día anterior, informó el sitio web de CalFire. Más de 5.000 personas se encuentran trabajando para salvar casas en las ciudades de Crescent Mills y Hunt valle y controlar el fuego.

La oficina del alguacil del condado de Plumas dijo que sigue buscando a tres personas desaparecidas, luego de que otras dos fueran encontradas durante el fin de semana.

Miles de residentes evacuaron la zona y muchos encontraron alojamiento temporal -incluso viviendo en tiendas de campaña- en el área, a menudo sin saber si sus casas se han salvado.

En tanto, a pesar de las repetidas órdenes de evacuación de las autoridades, algunos se han negado y prefieren intentar combatir el fuego por su cuenta en lugar de abandonar su propiedad, agregó AFP.

Una investigación preliminar arrojó que el incendio de Dixie puede haberse iniciado cuando un árbol cayó sobre un cable eléctrico de la empresa regional Pacific Gas & Company (PG&E), un operador privado al que se culpó anteriormente del incendio de Camp en 2018, que mató a 86 personas.

Los vientos débiles y el aumento de la humedad han ayudado a los bomberos, quienes sin embargo se están preparando para las altas temperaturas que se espera que superen los 38 grados centígrados a mediados de la semana.

A finales de julio, el número de hectáreas quemadas en California aumentó en más de un 250% con respecto a 2020, que ya había sido el peor año de incendios forestales en la historia moderna del estado.

Una sequía prolongada que, según los científicos se debe al cambio climático, ha dejado gran parte del oeste de Estados Unidos y Canadá reseca y vulnerable a incendios explosivos y altamente destructivos.

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