El Ejército ruso bombardea el segundo reactor nuclear ucraniano

Ayer lanzó varios proyectiles contra un centro de investigación de Járkov que alberga 37 pilas de combustible nuclear. Los servicios secretos ucranianos alertaron por una posible “catástrofe ecológica a gran escala”.

Rusia continúa su meta de controlar o destruir las principales fuentes de energía de Ucrania, a la vez que alienta la amenaza de un desastre nuclear. Si el viernes el Ejército del Kremlin atacaba la central más grande de Europa, la de Zaporiyia, este domingo lanzó proyectiles contra el reactor nuclear experimental en Járkov. En esa instalación hay 37 pilas de combustible nuclear, por lo que podría provocarse “una catástrofe ecológica a gran escala”, según alertaron los servicios secretos ucranianos.

“El 6 de marzo el Ejército ruso ha disparado con una lanzadera de cohetes sobre el Centro Nacional de Investigación del Instituto de Física y Tecnología de Járkov, donde hay un reactor nuclear experimental”, indicaron las autoridades de la provincia ucraniana.

El ataque ya no deja lugar a dudas de que Putin (quien por su parte señaló ayer que “la seguridad física y nuclear de la central de Zaporiyia está bien protegida”) está dispuesto a asumir el riesgo de la catástrofe nuclear en su batalla por dominar Ucrania. Con la toma de la central de Zaporiyia aún se mantenía la duda de si fue una acción puntual para intimidar al mundo, ya que el propio Putin aseguró que no era su objetivo bombardear reactores nucleares. Pero el lanzamiento de proyectiles a otra instalación atómica señala con claridad sus intenciones: quiere controlar, al precio que sea, todos los centros de producción energética de dicho país.

Esta ofensiva sembró la alarma en la zona ante el riesgo de que los proyectiles hubieran podido dañar los reactores. El gobierno ucraniano ha abierto una investigación penal por un delito de genocidio recogido en el Código penal del país y subrayó que “continúa recopilando información para su posterior presentación en La Haya”, sede de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y el Tribunal Penal Internacional (TPI).

Las tropas avanzan desde el sábado hacia la central nuclear de Yuzhnoukrainsk, en la ciudad de Mikolaiv situada al sur del país. De hecho, el cerco a esa urbe es uno de los frentes a los que dedican más fuerzas en las últimas horas los militares rusos. Ucrania quedaría a su merced si Rusia se apodera de esa segunda central, además de las de Rivne y Jmeltniski, que producen más de la mitad de la energía del país.

Noticias Relacionadas