El Papa pidió erradicar la indiferencia ante refugiados
Hoy es el último día de la visita papal a Hungría.
En su segundo día de visita a Hungría, el papa Francisco se reunió ayer con unas 600 personas refugiadas, mayoritariamente provenientes de Ucrania. El viernes, al llegar a Budapest, le había pedido al primer ministro local, Victor Orban, que reciba a los migrantes forzosos “sin excusas ni dilaciones”. El encuentro del sábado fue en la iglesia neogótica de Santa Isabel.
“El amor que Jesús nos da y que nos manda vivir contribuye a extirpar de la sociedad, de las ciudades y de los lugares donde vivimos, los males de la indiferencia y del egoísmo, y reaviva la esperanza de una humanidad nueva, más justa y fraterna”, aseguró el sumo pontífice. Antes de su discurso había escuchado los testimonios de algunas de las personas refugiadas como el de Oleg Yakovlev, un ucraniano padre de cinco hijos que contó haber huido de su país en guerra.
Se trata de un tema muy sensible para la sociedad húngara ya que es vecina de Ucrania y muchos ciudadanos del país en guerra escapan del conflicto cruzando su frontera. Sin embargo, el mandatario local valló sus límites y restringió la presentación de solicitudes de asilo en sus embajadas en el extranjero. Tal es así, que el año pasado solo 18 personas obtuvieron la condición de refugiados en Hungría de las más de dos millones que transitaron por suelo húngaro desde el inicio de la guerra.
Hoy se cumple el tercer y último día de la visita del papa Francisco al país del Este europeo.