El príncipe Guillermo: "No somos una familia racista"
El nieto mayor de la Reina Isabel II, contradijo a las acusaciones del príncipe Harry y Meghan Markle en una entrevista el pasado domingo.
"No somos una familia racista", dijo esta mañana el príncipe ante una pregunta de la cadena de televisión Sky News, durante la primera aparición pública junto a su esposa, Kate Middleton, luego de las acusaciones de racismo.
También dijo que aún no habló con su hermano desde la explosiva entrevista de Harry y Markle, con la presentadora estadounidense Oprah Winfrey, retransmitida el lunes pasado en el Reino Unido, pero aseguró que planea hacerlo.
Ayer, la familia real británica respondió a las acusaciones en una muy esperada declaración de la soberana británica, difundida por el palacio de Buckingham, en la que aseguró que "toda la familia se entristece al conocer lo difícil que han sido los últimos años para Harry y Meghan".
La reina dijo además que se toma "muy en serio" las acusaciones de racismo vertidas por Meghan, y se comprometió a que sean tratadas "por la familia en privado".
Esta cuidadosa elección de las palabras "sugiere que la familia no está de acuerdo con todo lo que han dicho los duques de Sussex", subrayaba el periódico conservador The Daily Telegraph, mientras otros interpretaban que ya se había identificado a quién hizo el comentario sobre el color de piel.
La emisión de la entrevistadora estadounidense Oprah Winfrey en la cadena CBS recordó a una entrevista concedida en 1995 a la BBC por la madre de Enrique y Guillermo, la princesa Diana, en que reveló desde su bulimia hasta las infidelidades en su matrimonio, provocó un escándalo de iguales o mayores proporciones.
En opinión del experto constitucional Robert Hazell, de University College London, esto "sólo se convertiría en una crisis para la institución si los sondeos empezaran a mostrar que ha caído significativamente el apoyo a la monarquía" en el Reino Unido.
En tanto, en Australia, país miembro de la Commonwealth, el ex primer ministro Malcolm Turnbull ya afirmó que estas acusaciones deberían allanar el camino para celebrar otro referéndum sobre el fin de la monarquía en ese país, donde Isabel II es aún jefa de Estado.
El domingo en una entrevista de casi dos horas que conmovió a los británicos y sorprendió al mundo, los duques afirmaron que un miembro de la familia -que no fueron ni la reina ni su esposo Felipe, de 99 años- expuso su "preocupación" por el color de piel que tendrían sus hijos, ya que la madre de Meghan es afro descendiente.
Enrique, de 36 años, y Meghan, de 39, explicaron su salida de la monarquía y su exilio a California por la falta de apoyo de la corona ante la insostenible presión y el racismo de la prensa sensacionalista.
Durante la entrevista, Meghan aseguró haberse sentido tan triste que llegó a pensar en suicidarse y agregó que cuando dijo en la Casa Real que necesitaba ayuda psicológica le contestaron "que no sería bueno para la institución".