En América, murieron 2.500 trabajadores de la salud

Hay unos 570.000 contagiados de Covid-19 dentro del personal sanitario en todo el continente, lo que representa la cifra más alta del mundo.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) puso de manifiesto a nivel continental lo que se puede ver en cada uno de los países desde hace meses: los altos índices de contagios y muertes de los trabajadores de la salud por causa de la Covid-19.

Así, señalaron que, hasta el momento, hay unos 570.000 contagiados y unos 2.500 fallecidos a causa del virus pandémico. “Tenemos la mayor cantidad de trabajadores de la salud infectados en el mundo”, manifestó la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Según los datos del organismo, Estados Unidos y México son los países con más casos de contagios en médicos, enfermeros, camilleros y demás trabajadores del área, representando a uno de cada siete.

“La escala de esta pandemia no tiene precedentes, y ningún otro grupo lo ha sentido más agudamente que quienes componen nuestra fuerza laboral de salud”, destacó.
En el último tiempo, con la ­profundización de la crisis sanitaria que desató la pandemia en América, muchos profesionales de la salud de los diferentes países se manifestaron en torno a esta ­problemática, incluyendo la Argentina.

“Los países deben garantizar que puedan hacer su trabajo de manera segura. Esto requiere ­mantener suficientes suministros de equipos de protección y garantizar que todos estén capacitados en el control de infecciones para evitar poner en riesgo su salud”, marcó Etienne.

Trabajo digno

Según enfatizó la directora de la OPS, es vital que también se garanticen las condiciones de trabajo dignas para el personal sanitario, y eso incluye un salario acorde a sus responsabilidades. En especial, señaló, para las mujeres, que representan la mayoría en el personal.

Según la entidad, hubo una falta de capacitación suficiente hacia los trabajadores para atender a pacientes con Covid-19, como así también falta de organización para que estos sean redirigidos y no se mezclaran con quienes iban a los hospitales por otras consultas, lo que dejó más vulnerables a los profesionales.

“Los trabajadores de la salud se vieron obligados a reutilizar mascarillas y batas, buscar alternativas o renunciar por completo a la protección para cuidar a los necesitados”, concluyó Etienne.

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