Escala la crisis entre Estados Unidos y Colombia
El gobierno estadounidense llamó a consultas y de manera “urgente” al encargado de negocios en Colombia, John T. McNamara, mientras que el gobierno de Petro hizo lo propio con su embajador en Washington, Daniel García-Peña.
Las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Colombia se han tensado en este último tiempo. De hecho, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, subrayó que el gobierno de su país se encuentra preocupado por el estado actual de los lazos diplomáticos entre los dos aliados de larga data. A través de un comunicado, indicó que Washington se encuentra “adoptando otras medidas para dejar clara su profunda preocupación por el estado actual de nuestra relación bilateral”. Asimismo, aseguró: “Llamamos a nuestro encargado de Negocios interino de Bogotá para consultas urgentes tras declaraciones infundadas y reprensibles de altos funcionarios del gobierno colombiano”. El gobierno de Trump entiende que Petro aseguró que hubo apoyo estadounidense para sacarlo del poder.
Sin embargo, la Administración de Donald Trump recalcó que pese a las diferencias políticas con el gobierno actual, del presidente Gustavo Petro, el primer mandatario de izquierda del país, Colombia sigue siendo un “socio estratégico esencial”. “Nuestra nación está comprometida con la relación bilateral entre Estados Unidos y Colombia y con el pueblo colombiano. Seguiremos comprometidos con las prioridades compartidas, incluyendo la seguridad y la estabilidad”, sostuvo Rubio.
Por su parte, Petro también llamó a consultas a su embajador en Washington, Daniel García-Peña, tras la medida anunciada por el secretario de Estado de Estados Unidos. “Corresponsablemente a la llamada a consultas del señor McNamara, encargado de la Embajada de EE. UU. en Colombia, llamo a consultas a nuestro embajador Daniel García-Peña en los EE. UU.”, manifestó el propio Petro en sus redes sociales. El presidente también añadió: “Daniel debe venir a informarnos del desarrollo de la agenda bilateral a la que me comprometí desde el inicio de mi gobierno”, y así a continuación enumeró siete puntos de ese plan de trabajo, que incluye asuntos ambientales y climáticos, migratorios, lucha contra el narcotráfico, reforma del sistema financiero mundial y paz regional, entre otros.
El pasado miércoles, Petro denunció la existencia de un golpe de estado en su contra y una supuesta conspiración de su excanciller Álvaro Leyva, quien habría contactado a políticos republicanos estadounidenses para supuestamente derrocar al presidente izquierdista. De acuerdo con ese supuesto plan, Leyva, un conservador de 82 años que ha tenido encontronazos públicos con su antiguo colaborador, se reunió hace dos meses en Estados Unidos con el congresista republicano Mario Díaz-Balart y luego habría intentado encontrarse con el legislador Carlos Giménez, ambos representantes republicanos por el estado de la Florida. Con la reunión, el exdiplomático habría buscado acercarse al secretario Rubio, y ejercer “presión internacional” contra Petro para poner en su lugar a la vicepresidenta, Francia Márquez. “Hay un golpe en flagrancia (sic) y hay que investigarlo y solicitarle a la justicia de los EE. UU. que investigue”, había pedido Petro.