Esperanza en la búsqueda de la vacuna contra el coronavirus
La fórmula elaborada en colaboración con la farmacéutica AstraZeneca tuvo respuestas inmunes esperanzadoras en humanos, aunque resta comprobar su eficacia a largo plazo
Los resultados preliminares de la primera etapa de testeos en humanos desarrollados por la Universidad de Oxford arrojaron conclusiones esperanzadoras en cuanto a la búsqueda de una vacuna contra el coronavirus.
Los hallazgos difundidos ayer en la revista médica The Lancet sugieren que la fórmula elaborada en colaboración con el laboratorio AstraZeneca no presentó ningún efecto colateral grave, a la vez que produjo respuestas inmunes de anticuerpos y células T, que son dos herramientas que puede utilizar el sistema inmunitario para encontrar y atacar a los patógenos.
El ensayo incluyó a 1.077 personas de entre 18 y 55 años sin antecedentes de Covid-19, y tuvo lugar en cinco hospitales británicos desde los últimos días de abril hasta fines de mayo.
En diálogo con diario Hoy, la doctora Daniela Hozbor, del laboratorio VacSal del Instituto de Biotecnología y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP y el Conicet, explicó que, si bien todo indica que tener anticuerpos está asociado a la protección, “no se sabe si eso es realmente lo que te va a dar lo que en vacunología se conoce como el correlato de protección, eso que vos podés medir y decir: Si tengo esto, me protejo contra la enfermedad”.
Y agregó: “Lo que tiene este ensayo es que no solamente tenés anticuerpos neutralizantes, sino que además tenés otro brazo importante en la respuesta inmune, que es la respuesta celular de tipo T”.
En este sentido, cabe destacar que la vacuna provocó la respuesta de anticuerpos dentro de los 28 días, mientras que la de células T fue en los primeros 14.
Si bien los resultados son prometedores, los investigadores aseguraron que aún faltan más ensayos antes de poder confirmar que puede proteger de manera eficaz contra la infección por SARS-CoV-2, o si la cantidad de anticuerpos es la necesaria para generar protección a largo plazo.
En la actualidad, de los 163 candidatos vacunales reportados en el último informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 23 se encuentran realizando ensayos clínicos. “Lo bueno en este caso es que estamos con muchos candidatos. El desarrollo de una vacuna en tiempos no epidémicos lleva entre 10 y 15 años, porque hay que hacer mucha experimentación, pero, como este es un objetivo común de toda la humanidad, todas las cosas que deberían ocurrir ocurren, y entonces ves a todos los entes reguladores trabajando al servicio y a la par con los que desarrollan las vacunas, y a los países, dispuestos a hacer los ensayos clínicos”, señaló Hozbor.
Aunque no se registraron efectos adversos de gravedad, los investigadores sí se encontraron con algunas reacciones como fatiga, dolor de cabeza y muscular, malestar general y sensación febril.
Asimismo, el profesor Andrew Pollard, autor principal del estudio, destacó: “Vimos la respuesta inmunológica más fuerte en los diez participantes que recibieron dos dosis de la vacuna, lo que indica que esta podría ser una buena estrategia para la vacunación”.
Pese a que el gobierno británico ya firmó un acuerdo con AstraZeneca para asegurarse 100 millones de dosis, la farmacéutica aseguró que solo se trata de ingresos determinantes para asegurar la producción de ensayos, pero que no buscará generar ganancias con la vacuna durante la pandemia.
En relación a la demanda y la desventaja de naciones pobres frente a las potencias mundiales, Hozbor manifestó que “si un país limítrofe no se vacuna, vamos a tener una amenaza constante de la enfermedad, entonces lo que se busca es que la humanidad tenga acceso a la vacuna”, y agregó: “Es cierto que al principio va a ser un insumo que va a estar limitado, pero eso se tiene que estar revolviendo ya, a partir de su fabricación en más de un lugar y en todas las dosis que se necesitan para todos los países”.
“La enfermedad no tiene fronteras y la inmunidad tampoco, entonces necesitamos que todos tengamos protección; si no, a la larga también nos vamos a infectar”, concluyó.