Estados Unidos envía bombas de racimo a Ucrania

Con prohibición en más de 100 países, el uso de este armamento es cuestionado por el gran daño que pueden generar entre la población civil.

La Casa Blanca anunció este viernes el envío a Ucrania de bombas de racimo, un armamento prohibido por una convención internacional ratificada por más de 100 países y cuestionado por organizaciones de Derechos Humanos ante el gran daño que pueden generar entre la población civil. Estados Unidos, Ucrania y Rusia no forman parte del tratado internacional para vetar este tipo de municiones que al detonar liberan gran cantidad de otras bombas en un amplio radio y que crean además un riesgo de daños a civiles por artefactos sin estallar.

La bomba de racimo, conocida también como “cluster”, de dispersión o fragmentación, es un arma que puede ser lanzada en caída libre por aviones, artillería y misiles. Contiene un dispositivo que se abre en el aire y libera cientos de pequeñas minibombas que se dispersan en un radio de hasta 400 metros, según el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Estas minibombas liberadas tienen gran poder destructivo. Están diseñadas para detonar al tocar el suelo, por lo que puede matar a muchas personas de forma indiscriminada y perforar vehículos blindados. Sin embargo, algunas no detonan y se quedan enterradas, con una tasa de fallo de entre 5% y 30%. Un gran número de víctimas colaterales son niños y niñas, que se ven atraídos a ellas por su forma llamativa de pelota de tenis.

El presidente Joe Biden “lo aprobó (...) tras una recomendación unánime”, declaró a la prensa el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien añadió que es “lo correcto”. “No dejaremos a Ucrania indefensa en ningún momento de este conflicto”, advirtió el funcionario e indicó que Rusia utiliza este tipo de municiones desde el inicio de la invasión a larga escala en febrero del año pasado.

“Reconocemos que las municiones de racimo crean un riesgo de daños a civiles por artefactos sin estallar. Por eso aplazamos la decisión todo el tiempo que pudimos”, indicó Sullivan en una conferencia en la Casa Blanca. “Pero también existe un enorme riesgo de daños civiles si las tropas y los tanques rusos arrollan las posiciones ucranianas y toman más territorio ucraniano y someten a más civiles ucranianos”, finalizó.

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