Estados Unidos registró 688 muertes por catástrofes naturales durante 2021

Fue el mayor número de la década y superó ampliamente a las 262 muertes reportadas durante el 2020.

La agencia meteorológica estadounidense informó que 688 personas murieron a causa de los desastres naturales en Estados Unidos durante 2021. La marca fue la más alta de la década. 

El número de muertos por desastres relacionados con el clima en Estados Unidos ascendió a más del doble de los 262 reportados en 2020, detalló la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

El país afrontó daños por más de mil millones de dólares producto de 20 incidentes meteorológicos distintos, incluyendo cuatro huracanes, tres tornados, dos inundaciones, una ola de frío polar e incendios forestales, sequías y olas de calor extremo en el oeste.

La economista principal del Programa de Clima y Energía de la Unión de Científicos Preocupados, Rachel Cleetus, calificó las estadísticas como "aleccionadoras". "El impacto devastador y el trauma impuesto por los desastres meteorológicos y climáticos extremos ha golpeado, y continúa golpeando, a algunas personas más que a otras, como a las comunidades de color, comunidades de bajos ingresos y comunidades que han soportado múltiples desastres", dijo Cleetus.

Entre ellos se encuentra la fuerte ola de frío que ocasionó 20 muertes y dejó a millones de estadounidenses sin electricidad en febrero. Las temperaturas bajas récord sacudieron lugares mal preparados para tales condiciones, abrumando a las empresas de servicios públicos locales y enfureciendo a los residentes.

Por su parte, el huracán Ida golpeó el sur de Estados Unidos como un ciclón de categoría 4 a finales de agosto, generando grandes inundaciones y dejando sin electricidad amplias áreas de esta región muy poblada. Esta tormenta mató al menos a 47 personas en el noreste de Estados Unidos, al convertir las calles en caudalosos ríos, inundando sótanos y generando el cierre del subte de Nueva York.

La NOAA informó también que 2021 se clasificó como el cuarto año más cálido en un período de registro de 127 años, con temperaturas promedio de 12,5 grados en Estados Unidos.      

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