Estados Unidos

Francisco se despidió de Cuba y fue recibido por Obama en EE.UU.

El Papa dejó la isla tras su visita de tres días y llegó a Estados Unidos, cuyo presidente lo saludó afectuosamente. Además, para celebrar su arribo, hoy habrá una ceremonia oficial en los jardines de la Casa Blanca

El papa Francisco desembarcó ayer en Washington, dando inicio a una histórica gira de seis días en los Estados Unidos. 

El avión de Alitalia aterrizó a las 15.50 (hora local) en la base aérea Andrews, en la periferia de la capital estadounidense, proveniente de Santiago de Cuba. Por la ventanilla del avión eran exhibidas las banderas del Vaticano y de los EE.UU.

El presidente estadounidense, Barack Obama, recibió al Sumo Pontífice, junto a la primera dama Michelle y a sus hijas Malia y Sasha. También estuvo el vicepresidente Joe Biden y su familia.

Otras personalidades destacadas que acudieron a recibir al santo padre fueron la alcaldesa de Washington, Muriel Browser; el gobernador de Maryland, Larry Hogan; y el gobernador de Virginia, Terry McAuliffe. Asimismo, saludaron al Papa a su llegada el cardenal Donal W. Wuerl, de la Archidiócesis de Washington, y el arzobispo Joseph E. Kurtz, presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.

“Obama y Michelle quieren transmitir al papa Francisco el respeto y admiración de todo el país con la decisión de ir a recibirlo en persona a la base aérea de Andrews”, en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.

“No soy católico, pero me incluyo en la categoría de personas sinceramente inspiradas por él”, dijo Josh Earnest sobre el Papa, un sentimiento que, a su juicio, comparten millones de estadounidenses.

Hoy, el Sumo Pontífice será recibido con una ceremonia oficial en los jardines de la Casa Blanca, a la que se espera que asistan unas 15.000 personas, y después mantendrá una reunión en privado con Obama en el Despacho Oval.

Agenda papal en tierra estadounidense

Tras su llegada, Francisco se trasladó hacia la embajada del Vaticano en el noroeste de Washington. Hoy iniciará su agenda oficial en la Casa Blanca, donde le darán la bienvenida cerca de 15.000 invitados y luego mantendrá una reunión con Barack Obama.

Finalizado el encuentro, Francisco recorrerá una parte de la ciudad en el papamóvil. Hará un recorrido por el National Mall y tendrá un encuentro con los obispos de los Estados Unidos en la Catedral de San Mateo de Washington. 

Finalmente, será tiempo de la Santa Misa con la canonización del beato Junípero Serra en el Santuario nacional de la Inmaculada Concepción de Washington. 

Mañana, Francisco visitará el Congreso norteamericano, donde un papa hablará por primera vez en la historia ante el plenario. 

Además, visitará la iglesia de San Patricio y organizaciones de caridad del área, y partirá luego hacia Nueva York, donde mantendrá una agenda de dos días que incluirá un discurso ante las Naciones Unidas y una misa en el Madison Square Garden. 

Un Fiat 500 L, el vehículo elegido

En Washington DC, el Obispado de la capital de los Estados Unidos esperó al Papa con un vehículo de la marca italiana Fiat, que puso a disposición de Francisco el nuevo 500 L Trekking, uno de los modelos más dinámicos y versátiles.

Con patente SCV 1 (Status Civitatis Vaticanae 1), el Sumo Pontífice abandonó la Base Militar Andrews a bordo de este vehículo, que en el mercado norteamericano se consigue por poco más de 21 mil dólares, más impuestos.

De color negro impoluto, el automóvil elegido por el Vaticano viene en ocho tonalidades y tres opciones de techo, molduras decorativas, manijas y punta de escape cromadas y ruedas de aleación de aluminio. En materia de seguridad, el Fiat 500 L cuenta con siete bolsas de aire y bastidor de seguridad de acero.

“Algunos disidentes habían sido invitados para un saludo pero nadie se identificó como tal”

“No tuve noticias de los arrestos. A mí me gusta encontrar a todos, todos son hijos de Dios, cada encuentro enriquece. Estaba claro que yo no habría dado ninguna audiencia privada, no sólo a los disidentes, sino también a los demás, incluidos algunos líderes de Estado que habían pedido una. Sé que de la Nunciatura se hicieron llamadas telefónicas a algunos disidentes para decirles que, al llegar a la Catedral de La Habana, los habría saludado con gusto. Saludé a todos, pero nadie se identificó como disidente”, afirmó Francisco.

Además, resaltó el papel de la Iglesia cubana en la elaboración de las listas de prisioneros a los que hay que dar el indulto: “Alguien me dijo: ¡Sería bello eliminar la cadena perpetua! Es casi una pena de muerte oculta, tú estás ahí muriendo todos los días sin la esperanza de liberación. Otra hipótesis es que se hagan indultos generales cada uno o dos años. La Iglesia ha trabajado y está trabajando para pedir indultos, y lo seguirá haciendo”.

Sobre el fin del embargo, fundamental en las negociaciones entre los Estados Unidos y Cuba, el Pontífice aseguró que espera que se llegue a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. “Con respecto a la postura de la Santa Sede sobre los embargos, los papas precedentes se expresaron, y no sólo a propósito de este caso. De ello habla la doctrina social de la Iglesia. En el Congreso no aludiré a ello de manera específica, sino que hablaré en general sobre los acuerdos como un signo de progreso en la convivencia”, adelantó Francisco.

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