La FDA oficializó la aplicación de la tercera dosis en Estados Unidos

Ante el avance de la variante Delta de coronavirus, el organismo regulador aprobó el uso de emergencia de un refuerzo de las vacunas Pfizer y Moderna, con el objetivo de mitigar los efectos de la enfermedad en la población.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos ha autorizado el uso de una tercera dosis de la vacuna contra la Covid-19 tanto de Pfizer-BioNTech como de Moderna.

De esa manera, la inoculación comenzará a partir de septiembre y tiene como objetivo mantener la inmunidad, ya que creen que la protección contra la enfermedad disminuye con el tiempo. Por otra parte, dicha estrategia está vinculada al avance de la variante Delta y también a la alta cantidad de estadounidenses que no recibieron ninguna dosis por considerarse “antivacunas”.

La directora de los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky, y Janet Woodcock, directora ­interina de la FDA, afirmaron en un ­comunicado que “los datos disponibles ­muestran claramente que la protección ­contra la infección por SARS-CoV-2 comienza a declinar con el tiempo después de las primeras dosis de la vacuna”.

En esa línea, se dejó en claro que el ­objetivo de esta autorización de emergencia es “permitir el uso de una dosis adicional en ciertos individuos inmunodeprimidos ­específicamente, para aquellas personas receptores de órganos sólidos o a quienes se les haya diagnosticado afecciones de salud que se consideran tener un equivalente de inmunodepresión”.

“Según nuestra última evaluación, la protección actual contra enfermedades graves, hospitalización y muerte podría disminuir en los próximos meses, especialmente entre aquellos que están en mayor riesgo o fueron vacunados durante las primeras fases del lanzamiento de la vacuna”, destacaron.

Asimismo, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) emitieron una guía actualizada para aclarar quiénes podrían calificar para esta nueva dosis.

Se incluyen a aquellas personas que han recibido tratamiento oncológico para ­tumores o cánceres en la sangre, también a las que hayan recibido un trasplante de órgano y estén tomando medicamentos ­inmunosupresores.

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