La Policía de Ecuador asumió el control de la cárcel donde un motín dejó 118 muertos

Las autoridades informaron que los reclusos se encuentran en sus celdas y que se recupera la normalidad del penal. Familiares buscan en la morgue de la ciudad y fuera de la penitenciaría información sobre internos.

Tres días después de un motín en una prisión de Guayaquil que dejó al menos 118 presos muertos, seis de ellos decapitados, la Policía asumió anoche el control de esa penitenciaría, anunciaron fuentes oficiales, mientras familiares de las víctimas deambulaban por el lugar en búsqueda desesperada de información sobre el paradero de sus parientes.

“Todo está tranquilo, los reclusos están en las celdas. No es que los pabellones están tomados por ellos”, expresó la comandante de la Policía, general Tannya Varela, en declaraciones a la prensa en la penitenciaría luego de liderar un operativo con la intervención de 900 agentes.

Los pabellones “no están tomados. Noso­tros estamos ingresando normalmente”, enfatizó la funcionaria.

Entretanto, la desesperación aumenta fuera de la morgue de Guayaquil, donde decenas de personas reclaman a gritos información sobre sus familiares.

La angustia crece con las versiones que circulan entre ellos: que los cuerpos están desmembrados, quemados e irreconocibles, y que las autoridades todavía no retiran todos los cadáveres de la prisión.

El motín comenzó el martes, cuando reclusos de bandas rivales, con nexos con el narcotráfico mexicano, se enfrentaron con armas de fuego.

Varela señaló que la Policía decomisó ayer tres pistolas, 435 municiones, 25 armas blancas y tres artefactos explosivos.

Dos policías también resultaron heridos en el amotinamiento.

La Defensoría del Pueblo reportó “118 personas fallecidas, 86 heridas, 6 de ellas de gravedad y 80 leves”.

El miércoles, el presidente Guillermo Lasso declaró el estado de excepción en el sistema penitenciario nacional, con lo que suspendió derechos a los presos y habilitó el ingreso de militares.

Según el sitio local Primicias, el motín comenzó cuando presos de una banda celebraron el cumpleaños de uno de sus líderes detenido e hicieron alarde de tener el poder en la prisión, lo cual molestó a otras organizaciones rivales ubicadas en otros pabellones y desató los enfrentamientos.

Tanquetas y decenas de militares estuvieron apostados durante toda la jornada de ayer en los alrededores de la cárcel, donde centenares de familiares buscaban información sobre sus parientes.

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