¿La salud mundial o el negocio de unos pocos?

Una OMC, dividida, no alcanzó un acuerdo por la exención de patentes de las vacunas contra la Covid-19.

El Consejo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se encarga de cuestiones de propiedad intelectual no alcanzó ayer un acuerdo sobre la exención temporal de patentes para las vacunas contra el coronavirus, tras la oposición principalmente de los países centrales, sedes de los grandes grupos farmacéuticos.

La propuesta fue presentada en octubre del año pasado, desde entonces tratada en ocho oportunidades en reuniones formales e informales, y volvió a ser discutida la jornada pasada aunque en el puesto 12 de un temario de 18 puntos pese a la emergencia.

Apoyada por los países de ingresos medios y bajos y resistida principalmente por la Unión Europea (UE) y el Reino Unido, aunque también por Brasil, la iniciativa busca suspender las patentes “hasta que haya una gran vacunación a escala global y la mayoría de la población mundial esté inmunizada”.
Su aprobación facilitaría intercambiar conocimientos y multiplicar con rapidez los sitios de fabricación de productos médicos urgentes contra la pandemia, como las vacunas y los tests.

La iniciativa, que fue presentada por India y Sudáfrica, es respaldada por más de un centenar de países y organizaciones humanitarias y médicas que denuncian la desigualdad en la vacunación, marcando que en las naciones más pobres la inmunización no comenzó o lo hizo lentamente, mientras que los más ricos inoculan de forma masiva desde fines de 2020.

La OMC toma decisiones por consenso por lo que alcanzó la oposición de la UE y del Reino Unido, países donde prosperan grupos farmacéuticos como Pfizer y BioNtech, para no llegar a un acuerdo. Con el cambio de gobierno, Estados Unidos flexibilizó un poco su postura y, a diferencia de reuniones anteriores de la OMC, no mostró una férrea oposición a quitar las patentes, sino que instó a seguir discutiendo los beneficios y problemas que traería, y Phrma, la asociación que nuclea y funciona como lobby de las farmacéuticas en el país, le dirigió esta semana una carta al presidente Joe Biden en la que exigió que se defienda la propiedad intelectual.

Por el contrario, el titular de Médicos Sin Fronteras, Christos Christou, firmó una carta abierta a los gobiernos en la que afirma que “la propiedad intelectual, los datos y el conocimiento de las tecnologías sanitarias contra el coronavirus deben compartirse abiertamente”.

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