La Unión Europea busca alternativas ante el aumento de los precios de la energía
La reducción del suministro eléctrico y la inquietud con respecto al futuro en el marco de la guerra entre Rusia y Ucrania impulsan las subas del costo de los servicios en el Viejo Continente, especialmente en Alemania y Francia.
El fuerte aumento económico en las tarifas de energía que transita Europa en la actualidad se debe en gran parte al cierre de las importaciones de hidrocarburos rusos con el que avanzó el bloque europeo. Como otra variable, también se puede mencionar el recorte al suministro ordenado por el Kremlin, especialmente del gas, como parte de las sanciones y contra-sanciones por la invasión a Ucrania iniciada el 24 de febrero pasado.
Las subas del costo de la energía en Europa son inéditas, a tal punto que los precios populares de la electricidad para 2023 sumaron nuevos récords: 850 y más de 1.000 dólares por megavatio hora. Esta explosión de precios, que rondaban hace un año los 85 dólares, está directamente relacionada a la disminución del envío de gas ruso, que hasta antes de la guerra representaba más del 40% de las importaciones de ese combustible en todo el continente.
Ante el aumento del costo energético, los países de la Unión Europea (UE) están proyectando planes de ahorro y de ajuste, como por ejemplo el apagado permanente durante la noche de carteles luminosos, ante el riesgo de cortes en el invierno boreal. Muchas de las centrales térmicas utilizan gas para generar electricidad y, como el suministro se ve afectado, su cotización se encuentra además a niveles muy altos.
Durante una conferencia de prensa en Praga, Olaf Scholz, jefe de gobierno de Alemania, se pronunció a favor de una “acción rápida” para reformar el mercado de la electricidad. Según comentó, entre los países de la UE hay un “acuerdo completo” sobre la urgencia de tomar medidas.
En esta línea, la Unión Europea prepara una “reforma estructural” del mercado de la electricidad como forma de frenar el fuerte incremento de los precios. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, manifestó en un discurso en Bled, Eslovenia, que “ahora estamos trabajando en una intervención de emergencia y una reforma estructural del mercado de la electricidad”.
Asimismo, insistió en que la mejor forma de prescindir del abastecimiento de Rusia es acelerar la transición verde y promover energías renovables: “Cada kilovatio de electricidad que Europa genera de energía solar, eólica, hidráulica, biomasa, geotérmica o de hidrógeno verde nos hace menos dependientes del gas ruso”, asentó.
Las repercusiones
Elisabeth Borne, la primera ministra de Francia, advirtió a empresarios sobre los riesgos de un racionamiento de energía en el invierno boreal, y les pidió que reduzcan el consumo: “Si actuamos colectivamente, podemos superar el riesgo de escasez, pero a menos que todos participen y si todos los escenarios desfavorables se juntan, podríamos vernos obligados a imponer reducciones a los consumidores”.
Por su parte, Jozef Sikela, ministro de Industria y Comercio de la República Checa, cuyo país ocupa la presidencia rotativa de la UE, informó que los ministros de Energía del bloque se reunirán con motivo de emergencia dentro de diez días.
El funcionario escribió en su cuenta de Twitter que convoca a una reunión extraordinaria del Consejo de Energía. “Nos reuniremos en Bruselas el 9 de septiembre. Tenemos que arreglar el mercado de la energía. La solución a nivel de la UE es por lejos la mejor que tenemos”.
Austria, a través de su ministro de Relaciones Exteriores, Karl Nehammer, hizo un llamado a “desconectar el precio de la electricidad del precio del gas” para tratar de “detener esta locura”.
Reino Unido, aunque ya está fuera del bloque europeo tras concretarse el Brexit, también siente los efectos de la guerra en Ucrania en el precio de la energía. El regulador energético británico Ofgem notificó un aumento del tope tarifario del gas y la electricidad, que se incrementará un 80% a partir de octubre y pondrá en grave riesgo las finanzas de muchas familias ya golpeadas por la crisis del costo de vida debido a la creciente inflación.