Macron ataca a la izquierda para ganar el balotaje
Debilitada en la primera vuelta de las legislativas, la alianza del presidente francés se enfrenta a un escenario incierto si no alcanza los 289 diputados para lograr un bloque mayoritario.
Luego de sufrir un duro golpe del Frente de Izquierda en las primera vuelta de las legislativas, el presidente francés Emmanuel Macron salió al ataque contra sus rivales en un intento por conservar el control en el parlamento. La alianza de centro del mandatario necesita mantener su hegemonía para implementar sin problemas su programa de corte liberal, pero quedó empatada con el Frente Nupes, liderado por Jean-Luc Mélenchon, en alrededor de 26 puntos porcentuales. “Nuestras instituciones corren peligro, porque en el fondo Mélenchon y la Nupes no buscan el poder, sino debilitarlas, la anarquía”, aseguró Amélie de Montchalin, ministra de Transición Ecológica.
De acuerdo a los datos oficiales, la alianza Juntos de Macron obtuvo el 25,75%, apenas 21.442 votos más que la Nueva Unión Popular Ecológica y Social (Nupes), que se hizo con 25,66%, de un universo de 23,3 millones de electores. La abstención alcanzó un nuevo récord ubicándose en 52,49% y superando la registrada en 2017 (51,3%), lo que evidencia el desinterés de los franceses en unos comicios ahora eclipsados por la presidencial.
En base al trabajo de campo de los institutos de sondeos, se proyecta que en el balotaje del 19 de junio las fuerzas de Macron podrían obtener entre 255 y 295 escaños, seguidas por el Frente de Izquierda (150 a 210), en un Parlamento cuya mayoría absoluta se obtiene con 289 diputados. Así, con estas proyecciones y resultados, la Nupes se convierte en el principal rival del oficialismo, que despliega ahora la misma estrategia que usó contra la ultraderecha en la presidencial de abril: presentar a sus rivales como peligrosos extremistas.
Élisabeth Borne, la primera ministra y candidata macronista en Normandía, dijo que Juntos es “la única fuerza en condiciones de obtener una mayoría en la Asamblea Nacional”, y que los franceses no pueden “correr el riesgo de la inestabilidad” y prometió “no ceder ante los extremos”. Mélenchon, por su parte, proclamó que “el partido presidencial está derrotado y deshecho”.
Con casi un 22% de votos, el candidato de izquierda que se quedó a las puertas del balotaje de la presidencial logró formar un frente unido con ecologistas, comunistas y socialistas. Así, la coalición izquierdista presenta estas legislativas como una “tercera vuelta” de la presidencial, al estimar que los franceses votaron por Macron para evitar la llegada al poder de su rival de extrema derecha, Marine Le Pen, y no por su programa. “Si no quieren cinco años más de Macron, hay cientos y cientos de circunscripciones donde la Nupes está en la segunda vuelta, podemos todavía gobernar”, dijo la diputada Clémentine Autin.
Las críticas de la coalición de izquierda se centran en el programa reformista del presidente liberal, como el retraso de la edad de jubilación de 62 a 65 años, y prometen un gasto público adicional de 250.000 millones de euros, compensado con impuestos y cotizaciones sociales. En ese sentido, esta semana se presenta clave para el oficialismo, que busca movilizar y convencer a los electores de votar por los candidatos del frentecentrista.
La alianza Juntos, por otra parte, se vio inmersa también en una polémica sobre si llamar a votar por la Nupes en las 62 circunscripciones donde se enfrenta a la extrema derecha en la segunda vuelta. La consigna oficial es “ni un voto” a la extrema derecha. Pero “en muy pocos casos” no habrá consigna, dijo la portavoz del Gobierno, Olivia Grégoire. Entre los escenarios posibles, si Macron logra los 289 diputados o más que le darían la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, tendría luz verde para aplicar su programa. Sin embargo, es posible que esta mayoría solo sea relativa: que no llegue a la mitad más uno de los 577, por lo que deberá pactar con otras fuerzas, posiblemente con la derecha moderada.