Malestar en el Pentágono tras la renuncia del subsecretario interino de Defensa

Los desacuerdos con la Casa Blanca hicieron insostenible la relación entre el funcionario y sus superiores, lo cual derivó en su renuncia al cargo.

El subsecretario interino de Defensa para las cuestiones de política de Estados Unidos, James Anderson, renunció a su cargo por desacuerdos con la Casa Blanca, al enviar una carta cuyo texto señalaba: “Por la presente presento mi renuncia con vigencia inmediata”.

“Ahora, como siempre, nuestro éxito a largo plazo depende de la adhesión a la Constitución de los Estados Unidos que todos los servidores públicos juran apoyar y defender”, remarcó.
Aunque Anderson no explicó las razones de su decisión, el informe señala que se esperaba que el gobierno le pidiera la renuncia y, según funcionarios de Defensa actuales y un exfuncionario del área, Anderson dimitió después de repetidos desa­cuerdos con la oficina de personal de la Casa Blanca.

Su cargo será asumido por Anthony Tata, un general de brigada retirado cuya nominación para un alto cargo en el Pentágono colapsó este verano debido a tuits islamófobos y otras declaraciones controvertidas. En ese entonces, Tata había publicado en la red social que Barack Obama era un “líder terrorista” y compartió un artículo que promovía una teoría conspirativa que aseguraba que Obama era un “candidato de Manchuria”. Posteriormente, Tata se lamentó de los tuits, ahora eliminados, que fueron descubiertos por la cadena de noticias CNN.

La nominación fue parte de una reorganización del liderazgo civil de alto nivel que comenzó el lunes, cuando el presidente Donald Trump despidió al secretario de Defensa Mark Esper, dos días después de que se supieran los resultados de las elecciones del 3 de noviembre en las que su rival, el demócrata Joe Biden, salió ganador.

Los acomodamientos continuaron ayer, con la partida del jefe de política interino del Pentágono, la instalación de un leal a Trump como el nuevo jefe de gabinete del secretario de Defensa interino y la renuncia del principal funcionario de inteligencia del departamento.

La dimisión de Anderson fue un día después de que Trump despidiera al secretario de Defensa, Mark Esper, y nombrara al director del Centro Nacional de Contraterrorismo, Christopher Miller, en su reemplazo.

Además de Anderson, la jefa de personal de Miller, Jen Stewart, será reemplazada por Kash Patel, un acólito de Devin Nunes que desempeñó un papel clave para ayudar a los republicanos a desacreditar la investigación de Rusia, jugando varios roles en la administración Trump.

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