Murió el último líder de la Unión Soviética, Mikhail Gorbachov

Tenía 91 años, se encontraba en el Hospital Clínico Central de Moscú.

Tras una larga enfermedad grave, Mikhail Sergeevich Gorbachov murió”, indicó el Hospital Clínico Central (TSKB), citado por Interfax, TASS and RIA Novosti.

Según informa la agencia TASS, Mikhail Gorbachov será enterrado en el cementerio de Novodevichy de Moscú, donde se encuentra Raísa, la tumba de su esposa, y donde yacen los restos de destacados personajes de la historia de este país.

Su enorme historia

Nació el 2 de marzo de 1931, su pueblo natal fue Privolye, al sur de Rusia y al norte del Cáucaso. El primer trabajo de Mikhail fue manejar un tractor en una granja.

Siendo miembro del Partido Comunista, pasó por todos los lugares donde tenía que pasar, construyendo de esta manera su personalidad, siendo aplicado y con gran interés por el bien común. En 1950, y gracias a los esfuerzos realizados, logra algo bastante impensado para alguien de su clase, un simple hijo de campesinos: ingresa a la Universidad del Estado de Moscú, donde estudió derecho y agronomía.

Allí empieza organizando las ligas comunistas universitarias y conoce a Raísa Maxímovna Titarenko, la que será su mujer toda la vida. Al tiempo se casa con ella y tienen una hija, Irina.

Al graduarse en leyes, decide volver a su pueblo para seguir trabajando en el Partido Comunista (PC), lo que lo lleva a llegar al Comité Central en el año 1971 y con la increíble edad de 40 años. Hay que tener en cuenta que para ese momento, esa cantidad de años no “ayudaba” para ingresar en estratos altos del PC.

En el año 1978, vuelve a Moscú por consejo de Yuri Andropov, jefe de la KGB, los servicios secretos de la URSS. Allí, Gorbachov fue secretario de Agricultura en los años de Leonid Brezhnev, y lanzó su primera reforma: descentralizó el proceso de toma de decisiones, dio incentivos por producción a los agricultores y se cargó a una serie de funcionarios corruptos.

Al morir Brezhnev en 1982, Gorbachov vio el cambio que se avecinaba en el mundo. Comprendió que la URSS debía modernizarse. También entendió que no era el Kremlin lo que tenía que conquistar, eso ya estaba dado, sino ese mundo que cambiaba por minutos y que estaba más allá de las fronteras enormes de su nación a la que veía estancada, paralizada.

Cuando en 1984 su amigo y mentor, Yuri Andropov, murió en el ejercicio del máximo poder, la URSS nombró a Konstantin Chernenko, un hombre muy grande, que gobernó apenas 13 meses y de quien Gorbachov fue su número dos, en un ensayo general de lo que estaba por llegar. En marzo de 1985, a pocas horas de la muerte de Chernenko, Gorbachov fue elegido por unanimidad, cosa insólita, secretario General del PC de la URSS. En aquel entonces eso implicaba plenos poderes.

Así, Gorbachov se convertía en el primer líder soviético nacidos luego de la Revolución de 1917 y en el primer universitario en ser secretario General. Además, llegó al poder 11 viajes al extranjero, seis de ellos a países occidentales, lo que habría muchas opciones para el futuro según su pensamiento reformista, muy diferente al viejo.

Gorbachov clavó a fuego dos palabras rusas que Occidente aprendió rápido: glasnot, que significa apertura, transparencia, y perestroika, igual a reconstrucción. Y se echó a andar. Entre 1987 y 1988, por ley firmada, las empresas soviéticas gozaron de mayores libertades. Y los individuos también. Fueron liberados miles de disidentes y reivindicadas muchas de las figuras perseguidas y aniquiladas por Stalin, en un ejemplo de memoria y justicia, siempre útil para el crecimiento de las naciones. Hubo mayor libertad religiosa y el control sobre la prensa se aflojó un poco. En mayo de 1988 la Ley de Cooperativas permitió la propiedad privada de las empresas de servicios, de la industria manufacturera y del comercio exterior.

El muro cayó en noviembre de 1989 y la gran Unión Repúblicas Socialistas Soviéticas se disolvió en 1991. Comenzaba una nueva era.

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