Nuevas protestas antiinmigración elevan la tensión en el Reino Unido
El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió en las últimas horas que las fuerzas del orden tomarán “todas las medidas que sean necesarias” para controlar una nueva ola de las revueltas.
La Policía británica permanecía ayer en estado de alerta ante el riesgo de escalada de la violencia alentada por extremistas ultranacionalistas desde hace más de una semana en Inglaterra e Irlanda del Norte.
El primer ministro británico, Keir Starmer, advirtió en las últimas horas que las fuerzas del orden tomarán “todas las medidas que sean necesarias” para controlar una nueva ola de las revueltas iniciadas por estos grupos el 30 de julio en la localidad de Southport, en el noroeste de Inglaterra.
Los disturbios que se desataron tras el asesinato de tres niñas a manos de un joven galés de 17 años con padres ruandeses son los más graves sufridos por el país desde los ocurridos en 2011.