Nuevas protestas contra la “carestía” en Francia

Miles de personas se manifestaron durante la jornada de este domingo en París contra el encarecimiento del costo de vida en Francia. Fue en un contexto de pleno descontento social luego de tres semanas de una huelga en las refinerías que genera un desabastecimiento de combustible en ese país.

La manifestación fue convocada por la coalición Nueva Unión Popular Ecologista y Social (NUPES), la cual aglutina a la izquierda política francesa.

Unas 140.000 personas, de acuerdo con los convocantes, (30.000 según la Policía) salieron durante la tarde de ayer a las calles de París a fin de secundar la convocatoria “Contra la carestía de la vida y la inacción climática”, precisó la agencia de noticias Europa Press. Cabe destacar que la principal meta era llamar la atención acerca de la difícil situación de los trabajadores que se enfrentan a un incremento del costo de vida (la inflación fue de 5,6% interanual en septiembre) y criticar la falta de acción política contra el cambio climático.

A lo largo de las protestas que tuvieron lugar ayer, unos 2.000 policías y gendarmes fueron movilizados en el marco del despliegue de seguridad, mientras que también fueron registrados algunos daños materiales en vidrieras y fachadas de algunos comercios y bancos.

Por su lado, Jean-Luc Mélenchon, líder de NUPES, expresó que la manifestación era un gran éxito y añadió: “La unidad popular es la solución a la crisis abierta.Ustedes van a vivir una semana como no la vemos tan a menudo”, resaltó, e hizo un llamado a participar en la huelga general del próximo martes. Melenchon apeló a Macron y su propuesta de reformar el sistema previsional: “¡No se tocan las pensiones!”, reclamó.

La magnitud de las protestas y huelgas en los próximos meses podría influir en la capacidad del Gobierno para implementar su reforma del sistema de pensiones. Macron desea atrasar la edad de jubilación, que hoy en día se ubica en los 62 años, pero sindicatos y partidos de izquierda se oponen a esa modificación. En tanto, la movilización se dio dos días después de que el gigante energético francés TotalEnergies anunciara un acuerdo de incremento salarial (7% más bonificaciones) con los dos mayores sindicatos que representan a la planta de sus cuatro refinerías en Francia. Pero el sindicato CGT se negó a aceptarlo, reclamó un aumento de 10% y sus miembros continúan manteniendo los piquetes. A partir del paro en las cinco refinerías de Total, se registraron desabastecimiento y largas colas en las estaciones de servicio. Donde sí se levantó la huelga fue en las dos refinerías del grupo Esso-ExxonMobil, debido a un acuerdo salarial alcanzado el martes y bajo la presión del ejecutivo, decidido a tomar el control de las plantas para que se reanudara la actividad. Alrededor de un tercio de las estaciones de servicio del país sufren problemas de abastecimiento, especialmente alrededor de París y en el norte del país. Asimismo, para el martes varios sindicatos convocaron una jornada nacional de huelgas, que según se prevé afectarán al transporte y al sector público.