Prisión preventiva para exmandatario de Pakistán

Imran Khan fue puesto en detención provisional por una causa de corrupción. El hecho desató una importante ola de protestas en todo el territorio.

Pakistán se encuentra vi­viendo horas de tensión por las masivas protestas que desencadenó la detención del ex primer ministro del país Imran Khan. Por una causa de corrupción, un juez determinó ayer prisión preventiva de ocho días para el político. Khan, de 70 años, que enfrenta decenas de procesos judiciales, fue expulsado del poder el año pasado por una moción de censura, pero sigue siendo la figura opositora más popular del país. De esta manera, se convirtió así en el séptimo ex primer ministro arrestado en Pakistán.

Medios locales informaron que, mientras sucedía esto, el gobierno dio luz verde al despliegue de soldados en la provincia de Punyab, la más poblada del país, donde unos 1.000 manifestantes fueron detenidos y 130 policías resultaron heridos desde el inicio de las protestas el pasado martes. Estos enfrentamientos, que ya llevan tres jornadas, se producen así entre los partidarios del Partido Pakistaní por la Justicia de Imran Khan y las fuerzas de seguridad. Según se confirmó, previo a su detención, el propio Khan había acusado a los militares de estar involucrados en un complot para asesinarlo. Por su parte, el gobierno sostiene que su detención se produjo en conformidad a la ley.

“Si creen que la detención de Imran Khan nos desmoralizará, se equivocan del todo. Estamos al lado de Imran Khan y lo apoyaremos hasta la muerte”, declaró uno de sus partidarios, Niaz Ali, en Peshawar. El Partido Pakistaní por la Justicia pidió continuar con las protestas, pero que fueran pacíficas, horas después de que una ­multitud enojada por su arresto incendiara la residencia de un general del Ejército en la ciudad oriental de Lahore.

La actual detención y posteriores enfrentamientos levantaron preocupación a nivel mundial. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, señaló al respecto: “Queremos estar seguros de que cualquier cosa que pase en Pakistán se ajuste al Estado de derecho y a la Constitución”. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó: “Nos preocupa que las figuras políticas en Pakistán sean tratadas justamente y, por supuesto, que se siga un proceso judicial justo”.

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